BBVA pincha en la OPA entre los accionistas clientes de Sabadell: solo un 1,1% del capital acude
Ese dato complica el camino hacia el éxito de la oferta, cuyo listón de salida exige un apoyo del 50% de los derechos de voto. Aunque aún queda por computar la mayoría de títulos en otras entidades depositarias, el pobre respaldo del núcleo de clientes-accionistas introduce un punto de incertidumbre de cara al cierre oficial.
Qué ha comunicado Sabadell a la CNMV
Sabadell informó que el 30,8% del capital corresponde a acciones depositadas en la propia entidad. Dentro de ese bloque, solo el 2,8% de los titulares aceptó la OPA, lo que equivale al citado 1,1% del capital social. En otras palabras, el 97,2% de esos accionistas optó por no acudir.
El escrito, firmado por el secretario general Gonzalo Barettino, se difunde —subraya el banco— para fomentar la transparencia y evitar conjeturas en el mercado. La cúpula que encabezan Josep Oliu y César González-Bueno se adelanta así a los resultados oficiales que comunicará la CNMV.
Con ese reparto, la OPA habría quedado rechazada por el 29,7% del capital en manos de accionistas clientes (30,8% menos el 1,1% que sí acude). A esta cifra se suma la negativa de Zurich, que con casi el 5% del capital ya anunció que no apoyaría el canje.
Queda pendiente el recuento del grueso del accionariado depositado fuera del banco —alrededor del 70% de las acciones—, donde pesan sobre todo inversores institucionales. Entre ellos, el mexicano David Martínez (3,85%) ha confirmado que acudirá, convirtiéndose en uno de los apoyos relevantes a la propuesta de BBVA.
Umbrales de éxito y posibles escenarios
La oferta fija como condición de éxito lograr un mínimo del 50% de aceptación. No obstante, BBVA se reservó la opción de bajar el umbral si el apoyo queda entre el 30% y el 50%, siempre que alcance, como poco, el 30% de los derechos de voto.
Si se activa esa vía, el banco vasco tendría que lanzar una segunda OPA por el 100% restante en efectivo dentro del plazo legal, y a un precio equitativo a determinar por la CNMV. Este punto —el del “precio justo”— ha abierto un debate técnico entre las partes.
También existe la opción de que la operación descarrile: si BBVA no supera el 30% de aceptación en esta fase, la OPA decaería. O incluso podría superar ese listón y, aun así, fallar si la entidad decide no renunciar al objetivo inicial del 50%.
En el otro extremo, BBVA deslizó durante el proceso que esperaba superar el 50% “ampliamente”, situando sus cálculos en una horquilla del 60%-70%. El dato de los clientes-accionistas de Sabadell no lo hace imposible, pero sí más complicado.
Cómo se distribuye el capital y quién apoya
Más allá del bloque de clientes-accionistas y de Zurich, el resto del capital se reparte, de forma orientativa, del siguiente modo: un 10% en minoristas con títulos en otras entidades, un 20% en fondos pasivos y cerca de un 35% en fondos activos.
- Fondos pasivos (20%): replican índices y suelen acudir en proporción al grado de éxito previsto.
- Fondos activos (≈35%): BBVA sugirió que “todos o prácticamente todos” aceptarían.
- Minoristas externos (≈10%): su decisión puede inclinar la balanza en escenarios ajustados.
En este mapa, el financiero mexicano David Martínez —consejero del banco y primer socio individual— ha comunicado que acudirá con su 3,85% (3,86% según otras fuentes), lo que aporta un apoyo significativo del lado de la oferta.
Las cuentas que hacen BBVA y Sabadell
Del lado de BBVA, el banco estimaba que los fondos activos acudirían de forma prácticamente generalizada y que los pasivos lo harían con el “50% o más” de su participación. Con esas hipótesis, el apoyo podría rondar el 45% o algo superior, al que sumaría parte de los minoristas no clientes y el 1,1% ya confirmado entre los clientes-accionistas.
Sabadell, por su parte, calculaba cifras más prudentes: minoritarios en el 2%-3% del capital; pasivos aportando cerca del 6% de su 20%; y activos en torno al 15% de su 30% (excluyendo a Martínez). Con ese esquema, la aceptación total rondaría el 25%, sin descartar un ligero rebase del 30%.
Mientras el supervisor fija los criterios para el “precio equitativo” de una eventual segunda OPA en efectivo, los comunicados de ambas entidades han ido marcando el pulso del mercado. La decisión de Sabadell de difundir los datos de sus clientes-accionistas busca evitar especulaciones y, a la vez, influir en las expectativas sobre el desenlace.
Con los clientes-accionistas virando mayoritariamente hacia el “no”, el listón del 50% se aleja y cobra fuerza un escenario intermedio: entre el 30% y el 50%, en el que BBVA deberá decidir si baja el umbral y asume los costes y condiciones de una segunda oferta en metálico bajo la tutela de la CNMV.