
Ese dato complica el camino hacia el éxito de la oferta, cuyo listón de salida exige un apoyo del 50% de los derechos de voto. Aunque aún queda por computar la mayoría de títulos en otras entidades depositarias, el pobre respaldo del núcleo de clientes-accionistas introduce un punto de incertidumbre de cara al cierre oficial.
Qué ha comunicado Sabadell a la CNMV

- Fondos pasivos (20%): replican índices y suelen acudir en proporción al grado de éxito previsto.
- Fondos activos (≈35%): BBVA sugirió que “todos o prácticamente todos” aceptarían.
- Minoristas externos (≈10%): su decisión puede inclinar la balanza en escenarios ajustados.
En este mapa, el financiero mexicano David Martínez —consejero del banco y primer socio individual— ha comunicado que acudirá con su 3,85% (3,86% según otras fuentes), lo que aporta un apoyo significativo del lado de la oferta.
Las cuentas que hacen BBVA y Sabadell
Del lado de BBVA, el banco estimaba que los fondos activos acudirían de forma prácticamente generalizada y que los pasivos lo harían con el “50% o más” de su participación. Con esas hipótesis, el apoyo podría rondar el 45% o algo superior, al que sumaría parte de los minoristas no clientes y el 1,1% ya confirmado entre los clientes-accionistas.
Sabadell, por su parte, calculaba cifras más prudentes: minoritarios en el 2%-3% del capital; pasivos aportando cerca del 6% de su 20%; y activos en torno al 15% de su 30% (excluyendo a Martínez). Con ese esquema, la aceptación total rondaría el 25%, sin descartar un ligero rebase del 30%.
Mientras el supervisor fija los criterios para el “precio equitativo” de una eventual segunda OPA en efectivo, los comunicados de ambas entidades han ido marcando el pulso del mercado. La decisión de Sabadell de difundir los datos de sus clientes-accionistas busca evitar especulaciones y, a la vez, influir en las expectativas sobre el desenlace.
Con los clientes-accionistas virando mayoritariamente hacia el “no”, el listón del 50% se aleja y cobra fuerza un escenario intermedio: entre el 30% y el 50%, en el que BBVA deberá decidir si baja el umbral y asume los costes y condiciones de una segunda oferta en metálico bajo la tutela de la CNMV.