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Vint-13: “Sage X3 garantiza el crecimiento seguro de Mafesa”

Descubre el caso de éxito de Mafesa, una empresa familiar dedicada a la distribución de productos férricos que dio con la solución tecnológica más adecuada para hacer frente a su crecimiento.

  • Desde Vint-13 hemos conseguido que Mafesa pueda experimentar un crecimiento seguro, gracias a una solución que le permite ofrecer mejores servicios a sus clientes.
  • Su soporte informático previo no cubría todas sus necesidades de servicio, cada vez más enfocado al crecimiento, y dieron con Sage X3, una solución a la altura de sus expectativas.

Mafesa, una empresa familiar fundada en 1958 y dedicada a la distribución de productos férricos, ha sabido adaptarse a las necesidades de los clientes a lo largo de las décadas en las que ha venido realizando su actividad profesional.

Sin embargo, las demandas actuales del usuario, en permanente cambio, así como las nuevas necesidades de producción, cada vez más exigentes, requerían algo más que “hacerlo bien”: desde Mafesa buscaban la excelencia.

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con Sage X3 gracias a Vint-13

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Mafesa y su adaptación a las nuevas necesidades de los clientes

Con más de medio siglo a sus espaldas dedicándose a la distribución de productos férricos y a servicios asociados, como corte láser y de plasma, así como a la elaboración de armaduras para la construcción, Mafesa necesitaba adaptarse a las nuevas demandas de los clientes, cada vez más dirigidas a soluciones globales.

¿Por qué necesitaban algo más que un ERP?

Antes del cambio, el software utilizado por Mafesa no respondía por sí solo al nivel que requería su desarrollo. Necesitaban un software ERP de nueva generación que les permitiera crecer rápidamente y les cubriera las siguientes necesidades:

  • El favorecimiento de las sinergias y la coordinación entre sus seis centros de trabajo.
  • La cobertura a las necesidades del negocio, cada vez más enfocado al aumento de la oferta de servicios.
  • Un software que les permitiera agilizar los procesos administrativos y contables.
  • La digitalización y control de los procesos de transformación y de fabricación.
  • La centralización de sus operaciones, ya que contaban con multitud de bases de datos para cada centro de trabajo.

Esta situación les hizo plantearse la búsqueda de una solución que se alineara con un programa ERP con el que ya contaban, pero ello requería empezar de cero.

Sage

Tras casi un año desde la implantación de Sage X3, la información histórica empieza a dar sus frutos y el departamento de compras será sin duda uno de los beneficiados.

¿Cómo ayudamos a Mafesa?

En Vint-13 somos conscientes de la importancia de contar con los mejores softwares, especialmente cuando una empresa experimenta un desarrollo sustancial que requiere afrontar nuevos retos y proyectos.

¿Por qué Sage X3 es el software más adecuado para Mafesa?

Sabíamos que Sage X3 iba a encajar a la perfección con Mafesa porque, además de ser una solución de gestión especialmente dirigida a pymes, cuenta con más de 10 años de experiencia en todo el mundo, ofreciendo soluciones a las necesidades específicas de múltiples sectores de actividad en fabricación, distribución y servicios.

Asimismo, su flexibilidad y escalabilidad son críticas para el éxito futuro.

Finalmente, y tras evaluar y comprobar las propuestas de varios fabricantes, Mafesa confió en nosotros y nos eligió como partner. Desde Vint-13 pudimos garantizarles una solución adecuada a sus necesidades y acompañarlos en los nuevos retos.

Sage X3 es una solución internacional que utilizan diariamente compañías en más de 50 países en todo el mundo adaptándose a la legislación y normativas locales

La vida empresarial con Sage X3: beneficios clave

La estructura de datos en Mafesa no les permitía fomentar la coordinación entre sus centros. Sus fórmulas de trabajo se enfocaban únicamente a procesos transaccionales de compra y venta de mercancías.

Pero, tras darles el soporte informático adecuado, les aportamos el valor añadido que necesitaban, consiguiendo:

  • Una información consolidada y compartida entre los seis centros de trabajo, favoreciendo sus respectivas sinergias.
  • Una estandarización y reingeniería de procesos ajustados al sector.
  • Mayor agilidad en la organización de procesos y toma de decisiones.
  • Dar respuesta al nuevo enfoque de negocio, orientado a aumentar los servicios de valor añadido al cliente.
  • La posibilidad de poder contar, en un futuro, con un portal para clientes gracias a la estructura en el cloud.
  • Impulsar las diferentes líneas de negocio de la empresa, completando la labor de distribución con nuevas actividades de producción.

Sage

Para las pymes que precisan equilibrio entre el control y la agilidad, encontrar el software adecuado es la clave de su crecimiento.

La prioridad de Mafesa: el cliente.

En Mafesa reconocen que el proceso de cambio no fue fácil, pero mereció la pena. Tras evaluar las propuestas de ocho fabricantes, se decantaron definitivamente por Sage X3. Esta solución les permitió cumplir con la mayoría de los requerimientos de forma estándar, mejorando sustancialmente la agilidad de todas los operaciones.

A día de hoy, todos estos beneficios han satisfecho a sus clientes, cada vez más necesitados de soluciones globales. Y el objetivo clave en Mafesa es, fundamentalmente, dar respuesta a las demandas de sus cliente de productos y servicios.

Todo el equipo es consciente de que su cultura de negocio está directamente enfocada a la entrega y servicio para con el cliente.

Tras un año desde su instalación, Sage X3 se ha convertido en el corazón de la gestión empresarial de Mafesa, el punto de inicio de un proyecto mucho más ambicioso que no se conforma con el mero cumplimiento de las entregas.

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Los incentivos perversos detrás del Ingreso Mínimo Vital

Mañana, el gobierno un Consejo de Ministros aprobará el Ingreso Mínimo Vital. Una medida que trata de hacer frente a la dura situación económica que soportan muchas familias a raíz de la crisis que está destruyendo empresas y empleo.

La cuantía sobre la que se hace referencia dependerá del número de miembros de cada hogar y de las rentas que perciban y se empezará a cobrar en el mes de junio, a medida que se vayan recibiendo las solicitudes.

Según el propio gobierno, los beneficiarios de esta medida serían alrededor de 850.000 familias que se encontrarían en una situación de pobreza severa, cuatro de cada cinco familias en una situación desprotegida, movilizando 3.000 millones de euros del Presupuesto.

Esta prestación no es un cheque en blanco, sino que está condicionada y trata de cubrir la diferencia necesaria por esa unidad familiar hasta alcanzar el ingreso mínimo correspondiente.

Según el ministro Escrivá, el ingreso mínimo garantizaría una renta de 461 euros para el caso de un hogar formado por un adulto, complementando la renta hasta ese importe. A partir de allí se aplicarían una serie de coeficientes multiplicadores en función de tipo de familia y de número de menores a cargo para que la cuantía fuera incrementándose sin llegar a alcanzar el SMI.

Tratar de clientelizar a un país

Que, de repente, se pueda obtener una renta de última instancia, puede llevar a ciertos incentivos perversos tanto desde el punto de vista del ciudadano como desde el punto de vista del Estado.

Desde el punto de vista del ciudadano, puede concluir que para qué va a obtener un trabajo que le aporte una renta, si el Estado se hace cargo de sus necesidades de consumo. Por lo tanto, cualquier renta que se ofrezca debe valorar no atentar contra el incentivo de la obtención de un trabajo.

Todo gobierno busca permanecer en su statu quo en el tiempo y, para ello, existe el incentivo de controlar a la población a través de medidas asistenciales, panem et circenses. Una población sometida y bajo la asistencia del Estado, es una población menos exigente con los mecanismos del poder y, consecuentemente, más dócil y manejable para poder así prolongarse en el tiempo.

Por otra parte, es un error manifiesto que se lleve a cabo la planificación de ese ingreso mínimo desde la centralización de un Estado. Estamos hablando de paliar las necesidades de consumo de la población menos desfavorecida y, obviamente, no existirán las mismas necesidades consumo en Barcelona o Madrid, que en un pueblo de renta reducida de Extremadura.

De ahí que nazca un problema de planteamiento, y no debe ser la Administración Central la que impulse este tipo de medidas por las disparidades existentes dentro de un territorio, sino desde las administraciones inferiores cercanas a la realidad del territorio. De hecho, ya teníamos las rentas mínimas de inserción de las Comunidades Autónomas, que en el año 2018 comprometian un gasto cuantificado en más de 1.518 millones de euros.

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Estas rentas no suponen un compromiso presupuestario elevado porque tienen numerosas condiciones para ser beneficiarios como por ejemplo la edad, circunstancias personales, una duración limitada en el tiempo y una prueba de rentas.

En todo caso, el Ingreso Mínimo Vital es una renta condicionada a determinadas circunstancias, totalmente diferente a la Renta Universal que es el esquema de protección social más radical: una transferencia incondicional de dinero en efectivo a todos los ciudadanos/residentes de un país.

El riesgo que pueda existir es que una vez implantado el Ingreso Mínimo Vital por parte de la Administración Central, los criterios para su acceso se vayan relajando durante los sucesivos años, dirigiéndonos hacia una Renta Universal en que todas las condiciones previas hayan desaparecido, y que cada vez ostente un peso mayor en el Presupuesto.

Ofrecer un complemento a la renta cuando eres el principal responsable de la devastación de la economía

Que exista una red de última instancia en forma de renta, para que aquellos segmentos de la población que se hayan visto privados de la posibilidad de encontrar un trabajo en el corto plazo puedan hacer frente a las necesidades de consumo, no es algo negativo.

El problema existente viene dado cuando no se puede obtener renta a través de un trabajo porque existe una regulación laboral que lo impide (la subida del SMI que puso freno a la caída del desempleo), o unas condiciones de la actividad económica diezmadas porque la intervención estatal ha arruinado toda proliferación de prosperidad.

Ya hemos visto, tanto en 2019 como en 2020, el incremento sustancial del SMI, afectando negativamente a aquellos segmentos de la población menos productivos como pudieran ser jóvenes, inmigrantes, involucrados en sectores de una productividad comparativa menor como en el caso de la agricultura. Todos ellos susceptibles de verse favorecidos por el ingreso mínimo vital.

Al mismo tiempo, la pésima gestión del Gobierno español ante la crisis del COVID-19 nos ha llevado a unas previsiones económicas de caída del PIB del 9,4% según la Comisión Europea, el segundo dato peor entre los países desarrollados solo superado por Italia que se proyecta una caída del 9,5%.

Por lo tanto, ellos mismos generan unas condiciones económicas de destrucción absoluta de la actividad económica y, al mismo tiempo, tras generar una pobreza extendida, anuncian una renta complementaria.

No parece muy sensato que, por un lado, se impida la obtención de renta y que, por el otro lado, se ofrezca una renta que dependerá de la capacidad de financiación del déficit público en un país que no destaca precisamente por la estabilidad presupuestaria a largo plazo.

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Propuestas frente a la crisis económica

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Cada semana aparecen nuevas previsiones acerca del impacto de la pandemia, y todas apuntan a una contracción excepcionalmente súbita y severa de la economía, con su legado de paro y de desigualdades. También se desprende un margen de apreciación inusualmente amplio, entre los pronósticos menos pesimistas que auguran una recuperación gradual a medida que las medidas de confinamiento tocan fin, y los que anuncian una auténtica pandemia económica, que haría retroceder nuestro país todo lo que había avanzado durante la etapa de expansión. El Banco de España contempla ambos escenarios, con un crecimiento para 2020 comprendido entre el 9,5% y el 12,4%, un diferencial colosal, equivalente a cerca de un año de inversión en educación.

Estos vaticinios son interesantes, pero no deberían desviar la atención del papel esencial de la política económica. Porque, pese a la importancia desigual que se otorga en el debate público a la lucha contra la crisis –una cuestión que debería ser nuclear para el diálogo político y social–, todavía estamos a tiempo de desmentir los augurios más alarmistas.

Una estrategia articulada en tres frentes, de contención de la crisis, de recuperación y de financiación, sería determinante. Uno, ampliando las medidas de urgencia orientadas a apoyar la liquidez de las empresas y al mantenimiento del empleo (ERTE). Si bien nuestro plan de emergencia está bien planteado, su envergadura es insuficiente. Las pequeñas empresas y los autónomos necesitan un apoyo directo para evitar su cierre, y no solo créditos baratos. En Alemania, Francia e Italia los pequeños negocios en dificultad reciben una aportación monetaria, y apoyo para renegociar los alquileres comerciales y el pago de impuestos. Asimismo, la puesta en marcha de una garantía universal de empleo, como existe en los países nórdicos, es esencial para prevenir el paro de larga duración entre jóvenes, trabajadores precarios y otras personas que no están amparadas por los ERTE.

«La reactivación también pasa por el cambio del modelo energético y la inversión en el sector sanitario para dotar de recursos suficientes y seguros a los hospitales, y potenciar la producción de productos estratégicos ante posibles rebrotes de la pandemia».

Raymond Torres

Además, los dispositivos se enfrentan a cuellos de botella por falta de personal cualificado. Algo que se puede paliar movilizando, como en Japón, a funcionarios motivados desde administraciones menos prioritarias o cuya demanda se resiente de la crisis.

En segundo lugar, la reactivación no puede eludir medidas específicas para el sector del turismo, tomando el relevo del plan de emergencia. Algunos especialistas abogan por el pasaporte sanitario, la creación de corredores seguros entre lugares de origen y de destino con pocos contagios (como puede ser el caso de las islas), ofertas integrales que proporcionen a los turistas un entorno covid-free, o facilidades para teletrabajar desde España para otros destinos. Atraer activos europeos digitalizados para suplir la fuga de veraneantes o pensionistas. Si los desplazamientos se ralentizaran de manera estructural, una reconversión del sector sería inevitable.

La reactivación también pasa por el cambio del modelo energético y la inversión en el sector sanitario para dotar de recursos suficientes y seguros a los hospitales, y potenciar la producción de productos estratégicos ante posibles rebrotes de la pandemia. Se trata de combinar inteligentemente inversión empresarial e incentivos públicos concebidos con un horizonte temporal suficiente para guiar la acción de los actores privados sin generar incertidumbre.

Ninguna de estas iniciativas es factible sin la confianza de los acreedores. Para este año, las necesidades de financiación podrían alcanzar la cifra récord de 300.000 millones, la suma de los vencimientos de deuda emitida en ejercicios anteriores y del déficit que se generará en este, por la menor recaudación y el incremento del gasto provocado por las respuestas a la crisis de la covid-19. El programa excepcional de compra de deuda por el BCE, puesto en marcha en el contexto de la crisis sanitaria, está facilitando la financiación del agujero.

Pero la contribución del ahorro del sector privado, mediante la movilización de su creciente superávit financiero (un resultado de la compresión del gasto por parte de los consumidores y las empresas) también será decisiva. Para ello, hace falta ganar su confianza. Cuidar las expectativas: ese es también un ingrediente crucial de la reactivación.

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Qué hay que saber para unirse a una aceleradora virtual

Michael Seibel de Y Combinator tiene un mensaje para los emprendedores que dudan de una aceleradora virtual: la pandemia no ha asustado a los inversores.

Covid-19 rápidamente obligó a los programas de aceleración de startups a volverse virtuales. Pero si pensabas que el virus podría haber reducido el interés de los inversores en la próxima generación de nuevas empresas, estás equivocado.

Y Combinator dice que más inversores se sumaron en el Demo Day virtual de este año en comparación con el año pasado, principalmente porque los organizadores no se vieron obstaculizados por las leyes de capacidad del lugar, dice Michael Seibel, CEO de Y Combinator. El Demo Day de la aceleradora basada en Silicon Valley es tradicionalmente un evento abarrotado, con la asistencia de alrededor de 1,000 inversores. En su día de demostración virtual el 16 de marzo, Y Combinator recibió a alrededor de 1.600 inversores.

Mientras tanto, en 500 Startups también dijeron que la asistencia de los inversores en suDemo Day digital del 26 de marzo aumentó respecto del año pasado. La aceleradora con sede en San Francisco dijo que se registraron 2.500 inversores, cuadruplicando la registración del año anterior que fue de 650 inversores.

Además de aumentar la atención de los inversores en los dos aceleradores antes mencionados, también se espera que las aplicaciones para los tres aceleradores aumenten, dicen las compañías.

Los programas más pequeños también están viendo una mayor actividad a medida que se han vuelto digitales. Los aceleradores de Boomtown, que se encuentran en Boulder y Atlanta, han visto «un aumento sustancial en el interés» de los fundadores e inversores en los últimos dos meses, dice el director financiero de Boomtown, Jason Searfoss.

«Los programas de aceleración son especialmente importantes para los fundadores en este momento, dado el coronavirus y la forma en que nuestro mundo ha cambiado, con suerte temporalmente», dice David Brown, cofundador de Techstars, quien se negó a compartir las cifras de inscripción y la cantidad de inversores presentes en su Demo Day virtual, que tuvo lugar el 20 de abril. «Crear una red es más importante que nunca».

Pros y contras

En un nivel básico, el coronavirus y el distanciamiento social requerido hacen que sea más difícil conocer personas de ideas afines. Entrar en un programa acelerador digital brinda a los fundadores esa oportunidad, con el beneficio adicional de no tener que viajar y desarraigar la vida o abandonar una floreciente compañía sin un líder intrépido, dice Aaron Blumenthal, un socio de riesgo con 500 Startups. «Cuando eres fundador, tienes un equipo y no puedes desaparecer durante cuatro meses», agregó Blumenthal.

Además, unirse a un aceleradora prominente, incluso virtualmente, todavía tiene prestigio, dice Zack Gray, cofundador de Ophelia, una startup que ayuda a los adictos a los opioides a encontrar tratamiento asistido por medicamentos. Fue aceptado en la cohorte más reciente de Y Combinator, el programa de invierno 2020, en octubre y participó en eventos en vivo antes de que el programa fuera completamente digital durante las últimas semanas.

Techstars anunció además que, debido a las dificultades económicas que enfrentan las nuevas empresas, está extendiendo las fechas de vencimiento de sus aproximadamente 1,000 notas convertibles pendientes por 12 meses. Eso les dará un respiro a los fundadores antes de que tengan que pagar esa deuda. El acelerador también está ofreciendo nuevamente su ticket convertible de $ 100,000 a los fundadores que formaron parte de los programas que comenzaron entre el 1 de enero y el 1 de abril de 2020 y rechazaron la oferta mientras estaban en el programa.

Por supuesto, algunas cosas se pierden cuando su única conexión a su red es a través de Slack y Zoom. Además de perderse eventos sociales, el mayor desafío es establecer conexiones personales con personas de forma remota, dice Gray.

«No tienes idea de quién es el fundador o quién es el equipo», dice Gray. «Gran parte de la construcción de una empresa es contar una historia que motive a otros a unirse a usted».

Aun así, Gray agrega que los beneficios han superado a los negativos. Los inversores estaban más ansiosos por conectarse con él después de que se uniera a la red del acelerador. Desde entonces, ha planteado una ronda de capital semilla, pero se negó a compartir los detalles, ya que el acuerdo aún no se ha cerrado.

Trabaja duro y escucha

Los organizadores de las aceleradoras reconocen que los programas virtuales presentan nuevas dificultades para los fundadores. Priorizar la comunicación y mantenerse comprometido es clave para que una experiencia de aceleradora virtual valga la pena, incluso una que sea digital, dice Brown. «Este no es el momento de sentarse, sino el momento de apoyarse en él», agregó, enfatizando que los empresarios deben programar videollamadas y buscar el mayor asesoramiento posible.

Por último, otro producto de los tiempos cambiantes: los empresarios también deberían estar abiertos a escuchar malas noticias, más allá de las críticas típicas que podrían escuchar de los detractores. Los asesores dentro de la comunidad de aceleradores pueden sugerir retrasar el lanzamiento de una startup o poner una idea en espera mientras el país lidia con el coronavirus, dice Blumenthal.

En última instancia, los empresarios deben seguir intentándolo, dice Brown. «A medida que salgamos de esta recesión económica, serán los empresarios los que crecerán, contratarán y harán que las personas vuelvan a trabajar».

Emily Canal – Inc

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Gestionar la incertidumbre: cinco consejos para que tu pequeño negocio siga avanzando

Este artículo forma parte de una serie titulada Continuidad de negocio, en la que ofrecemos apoyo y consejos prácticos que te ayudarán a conseguir que tu negocio avance así como a abrirte paso en estos momentos sin precedentes.  

  • En este post apuntamos una serie de consejos para ayudar a las pequeñas empresas a gestionar la incertidumbre en momentos como los que se están viviendo por la COVID-19. 
  • Cabe destacar que contar con un plan de continuidad empresarial será fundamental, una vez tengas claros cuáles serán los primeros pasos a seguir para que tu negocio siga avanzando. 

Pensemos en esta frase de Winston Churchill: Las dificultades superadas son oportunidades ganadas. 

Las fluctuaciones del mercado pueden ser todo un desafío para empresas y emprendedores. Aunque quizá sientas que no puedes controlar factores sociales que afectan a tu sector, este es un buen momento para adaptarse rápidamente, innovar y aprovechar las oportunidades para garantizar la supervivencia de tu negocio. 

Las dificultades más complejas, aunque resulten indeseadas y disruptivas, nos obligan a pensar con originalidad, a salir de nuestra zona de confort y a adquirir nuevas destrezas mientras resolvemos estos problemas. 

A continuación, te damos cinco consejos para ayudar a las pequeñas empresas a salir adelante en momentos de incertidumbre. 

Con Sage nunca estás solo. Las pymes y autónomos son los héroes de nuestra economía. Por eso, hemos creado un espacio con información, novedades legales y consejos útiles sobre COVID-19 para que puedan seguir gestionando sus negocios. Echa un vistazo a nuestro contenido. 

1. Respira… Puedes con esto 

No dejes que la incertidumbre te supere en una situación como la ocasionada por el COVID-19. Respira hondo y recuerda que el mundo ya ha atravesado crisis financieras, recesiones y catástrofes naturales.  

  • Esta situación puede parecerte interminable, pero tómate un minuto para reflexionar sobre tus próximos pasos y crear un plan de mitigación 
  • Si planificas en lugar de dejar que te invada el pánico, recuperarás un tiempo muy valioso para tomar medidas poco a poco. 

2. Habla con tus clientes, empleados y partes interesadas 

Cuando tengas claros cuáles serán tus primeros pasos, transmite de forma proactiva a los interesados y a tus empleados los avances que consigáis en cuanto al plan de continuidad empresarial 

  • Hazles saber que estás a su disposición para que se sientan respaldados y sepan que también pueden contarte lo que les preocupa. 
  • Explica a tus clientes qué medidas estás tomando para hacer frente a esta situación, avísales en caso de cambios en los procesos empresariales y prepara respuestas a las posibles preguntas que puedan plantearte.  
  • Si demuestras que tu servicio de atención al cliente es fiable podrás consolidar una fidelidad en ellos a prueba de cualquier crisis.

Sage

Un buen servicio de atención al cliente, fiable y empático, será fundamental en tiempos de incertidumbre.

3. La colaboración es más importante que nunca 

Es el momento de facilitar a tus empleados las herramientas que necesitan para poder trabajar desde cualquier lugar. Aunque las circunstancias de su día a día quizá hayan cambiado, el trabajo no para.  

  • Gracias a los datos seguros en tiempo real y a los análisis que tienen a su disposición, tus empleados podrán adaptarse a los nuevos retos con flexibilidad para colaborar sin interrupciones.  
  • Estas herramientas presentan otros beneficios añadidos, como la reducción de procesos manuales para que tus empleados trabajen de una manera más eficiente. 
  • En momentos de dificultad, no tengas miedo de preguntar a tu plantilla qué podrías hacer mejor. Los trabajadores suelen ser muy conscientes de los problemas y soluciones que afectan a tu negocio.  
  • Si permites que te ayuden a definir tu futura estrategia, les transmitirás confianza. 

4. Innovar y adaptarse 

¿Existen formas de modificar tu oferta para adaptarla a las nuevas exigencias de la crisis actual por COVID-19? Lo cierto es que, si das con la forma de adaptar tus servicios o soluciones, podrás alinear tu negocio en el marco de una solución global.  

  • Prioriza los proyectos de forma que tus beneficios más rentables ocupen el lugar más destacado de tu futura estrategia; después, piensa en cómo fomentar estas innovaciones para que tus clientes actuales y potenciales sepan que estás en una fase de adaptación y evolución. 
  • Aunque quizá no puedas controlar el problema más amplio que afecta al mercado, sí que tienes la capacidad de decidir cómo funcionará tu negocio en estos momentos.  
  • Adáptate rápido a los cambios y adopta elementos tecnológicos que faciliten la continuidad de tu empresa. La tecnología en la nube actual permite a las empresas adaptarse rápidamente a variables fuera de su control para hacer frente a los obstáculos que se les presentan. 
  • A medida que avance la crisis, recuerda que bajar precios para competir es una estrategia condenada al fracaso. Céntrate en el valor que aportas con un servicio superior, en la combinación de productos y los conocimientos sobre estos o en la asistencia posventa.

Sage

La tecnología en la nube es fundamental para, por ejemplo, impulsar el teletrabajo entre los empleados.

5. Adapta tu estrategia de marketing 

Es posible que tus competidores reduzcan la publicidad debido a las fluctuaciones del mercado.  

  • Por eso, tienes ante ti una oportunidad para aumentar tu cuota de mercado.  
  • El marketing en redes sociales ofrece muchas ventajas, como la segmentación por público, que te permitirá encontrar usuarios según parámetros específicos como experiencias vitales, ubicación y gustos personales.  

Así que, no lo olvides. Adaptar tu estrategia a la situación económica puede ofrecerte oportunidades para conseguir nuevas perspectivas de negocio y clientes en momentos de incertidumbre. 

Echa un vistazo a nuestro espacio de Sage Advice Continuidad de negocio para consultar más artículos de esta serie. 

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WOOM consigue una inversión de dos millones de euros

WOOM, empresa de tecnología dedicada a la salud femenina, ha cerrado su cuarta ronda de inversión por dos millones de euros. Esta nueva inyección de capital es liderada por BrightCap y coinvierte Begin Capital, fondos de capital riesgo de orígen europeo.

La startup enfocará sus esfuerzos al crecimiento de su equipo tecnológico, para desarrollar algoritmos que impacten en todo el espectro de salud de la mujer, más allá de fertilidad. En definitiva se trata de incorporar el data science y machine learning a los servicios de la aplicación para aumentar su utilidad con un valor añadido diferencial.

WOOM, nacida en Julio de 2016 con una visión internacional, comenzó en Google for Startups en Madrid, con la ayuda y mentoría de los programas de aceleración de SeedRocket, Campus Residency de Google y TheVentureCity.

WOOM tiene un millón de usuarias registradas y 1.6M de descargas. La app ha ayudado a más de 60.000 mujeres a quedarse embarazadas. Según la startup, un 5% de las mujeres que dan a luz en España ya utilizan WOOM.


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El gobierno corporativo y el Covid-19: la amenaza proteccionista en la UE

En marzo de 2020, el gobierno
español introdujo
un mecanismo de control ex ante de
las  inversiones extranjeras no comunitarias
,
que afectará a las adquisiciones de más del 10% de cualquier empresa española
considerada estratégica, extendiéndose a cualquier adquisición que permita al
inversor una participación efectiva en la gestión o control de dicha empresa.

En este post argumentamos que la UE está adoptando una
respuesta proteccionista para contrarrestar las terribles perspectivas
económicas que, previsiblemente, nos dejará el brote de Covid-19.
Más allá de los recelos que las políticas proteccionistas suscitan en el ámbito
de la competencia, nos fijaremos en un análisis que suele pasar más
desapercibido, como es el impacto del nacionalismo económico en la calidad
del gobierno
corporativo. Desde este prisma, auguramos que
las políticas proteccionistas afectarán negativamente al gobierno de las
sociedades, lo que repercutirá en que las empresas europeas sean más ineficientes
y más
vulnerables a futuras recesiones
económicas.

Crisis y proteccionismo
corporativo

Un
golpe sistémico
como la
pandemia de Covid-19
provoca un desplome económico —y sanitario— de tal
magnitud que alienta reacciones de “sálvese quien pueda”, tanto a nivel individual
como a nivel de país. De hecho, los
gobiernos están
utilizando una retórica bélica
a
niveles que rara vez
se ven
en tiempos
de paz.
Las industrias
automotriz y textil
están
fabricando ventiladores en lugar de automóviles
y confeccionando
máscaras en lugar de las colecciones de moda
de la próxima temporada. Las autoridades
sanitarias de distintos países han
incautado equipos de pruebas rápidas
en tránsito
por los
aeropuertos internacionales. Como es
común en
tiempos de crisis o de guerra, el
desafío actual —superar
el virus
y absorber
el shock económico para
las empresas
y los
hogares— puede conducir
a la
promulgación de regulaciones
proteccionistas[1].

El incremento del nacionalismo corporativo y las
actitudes proteccionistas frente a una crisis o un nuevo desarrollo del mercado
son fenómenos conocidos. Como los contratos son incompletos, cuando el status quo del gobierno corporativo se
ve amenazado por acontecimientos imprevistos en los mercados, los grandes
accionistas y directivos buscan protección para retener el control de las
sociedades. Y, frecuentemente, estos poderosos insiders encuentran esta protección en políticos populistas que
buscan los votos de los trabajadores que se sienten amenazados por los cambios[2].

«En relación con la crisis sanitaria actual, podríamos convenir en que llueve sobre mojado, porque la Unión Europea ya se había adelantado a aprobar un marco común para proteger la propiedad de las empresas de las inversiones extranjeras».

Dos ejemplos muy claros de estas fuerzas en acción los
encontramos en (i) las medidas anti-OPA para frenar la ola de adquisiciones
hostiles que siguió al espectacular desarrollo del mercado de bonos basura
durante la década de 1980 y (ii) más recientemente, en la promulgación de
normas que permiten a las empresas crear derechos de voto diferenciados y voto
por tenencia (como ha ocurrido en Francia e Italia) con el propósito de frenar
el auge de los inversores activistas.
En ambos casos, se han justificado los blindajes
de los directivos y grandes accionistas en el control, también en la arena
política, blandiendo los riesgos que las estrategias a corto plazo representan en
la inversión a largo
plazo, el crecimiento y
el empleo[3]. Un mensaje que, aunque no esté corroborado por la
evidencia empírica,
tiene calado para el votante medio[4].

La nueva regulación proteccionista en la UE

En relación con la crisis sanitaria
actual, podríamos convenir en que llueve sobre mojado, porque la Unión Europea
ya se había adelantado a aprobar un marco común para proteger la propiedad de
las empresas de las inversiones extranjeras[5],
el
Reglamento
para el control de las inversiones extranjeras directas en la Unión
.En virtud de esta normativa, los
estados miembros tienen derecho a supervisar de cerca las adquisiciones de no
comunitarios en sociedades que tengan carácter estratégico. El objetivo
explícito de
este reglamento es
restringir los posibles intentos de adquirir empresas estratégicas por parte de inversores extranjeros, incluso si la adquisición se realiza a través de vehículos
jurídicos domiciliados en la UE.

Posteriormente, en marzo de 2020, inmediatamente después de que
estallara la pandemia
en Europa,
la Comisión
Europea
emitió una directriz
en la que pedía a
los Estados
miembros que hiciesen pleno uso de sus mecanismos de control
de las inversiones extranjeras directas, teniendo plenamente en cuenta los
riesgos para las infraestructuras sanitarias críticas, el suministro de insumos
críticos y otros sectores críticos, tal como se prevé en el marco jurídico de
la UE”.
  Como sabemos, España activó rápidamente un
mecanismo de control, pero otros países también han hecho lo propio. Es
paradigmático a este respecto el
intento del gobierno de EE.UU. de atraer a su país a  una
empresa médica alemana que desarrolla vacunas para Covid-19
. Con
todo, más allá de los casos evidentes, el reglamento deja abiertas cuestiones
básicas, como qué industrias pueden considerarse estratégicas o críticas o qué
adquisiciones crearían un riesgo para la seguridad y el orden público. Además,
la declarada opinión de la comisión al respecto parece instar a los Estados
miembros a que hagan pleno uso del mecanismo de cribado para evitar la
posibilidad de que la actual crisis
sanitaria se traduzca en una venta de empresas europeas, incluidas las pymes, a
inversores internacionales.

«Los efectos perniciosos más obvios que estas medidas tendrán en nuestras sociedades cotizadas son cambios en el accionariado, con una reducción de la participación de inversores internacionales y un posible incremento de la participación estatal. Pero además se reforzará el poder de los accionistas de control».

Adicionalmente,
la UE ha
modificado las normas sobre ayudas públicas a las empresas, lo cual podría
facilitar las nacionalizaciones de las empresas en dificultades[6].
Bruselas permite a los Estados miembros recapitalizar sus empresas, grandes o
pequeñas, cotizadas o no cotizadas, siempre que, sin la intervención del Estado, la empresa esté condenada al fracaso
o tenga “serias dificultades” para mantener su actividad a flote. La
renacionalización de Alitalia
es un buen ejemplo.

Efectos esperados

El proteccionismo es una de las políticas donde el instinto de votantes y políticos está más alejado de la racionalidad. Desde Adam Smith hay un amplio consenso entre los economistas, respaldado por amplia y robusta evidencia empírica, en el sentido de que  las políticas proteccionistas —en forma de aranceles a importaciones, subsidios a las empresas nacionales, obstáculos administrativos al comercio o restricciones a la inversión extranjera directa y la adquisición de empresas nacionales por parte de inversores extranjeros— reducen el crecimiento y el bienestar, dañando particularmente a las clases bajas y medias a las que se supone que estas medidas van a proteger[7].

En el caso concreto del gobierno
corporativo, cabe vaticinar los efectos perniciosos que estas medidas tendrán en
nuestras sociedades cotizadas. Los más obvios son cambios en el accionariado,
con una reducción de la participación de inversores internacionales y un
posible incremento de la participación estatal. Pero además se reforzará el
poder de los accionistas de control, que —viéndose libres de la disciplina que
imponen las participaciones de los inversores institucionales extranjeros—
pueden despreocuparse de los inversores minoritarios y aumentar sus beneficios
privados a costa del valor de mercado a través de la realización de operaciones
vinculadas. Además, cabría esperar un aumento el peso de los grandes grupos de
empresas y conglomerados, cuyo gobierno corporativo está plagado de problemas
relativos a operaciones vinculadas, tal como recientemente había reconocido la
propia UE[8].
Desafortunadamente, todos los avances que recientemente estábamos viendo en
gobierno corporativo en Europa serán frenados y puestos en una muy larga
cuarentena, especialmente en cuanto a reducción del poder de los accionistas
mayoritarios y la transparencia en los grupos de empresas. La consecuencia más
grave de todo esto será reducir el acceso a los mercados de capital de las
empresas europeas y hacerlas más dependientes de la financiación mediante deuda
y, por lo tanto, más vulnerables a futuras crisis.

Aquí resulta muy importante destacar
que gran parte de los avances en materia de gobierno corporativo y
responsabilidad social corporativa que se han producido en Europa durante las
últimas décadas habían sido promovidas por los “temidos” grandes inversores
extranjeros y, más concretamente, por la presión de los grandes fondos de
inversión indexados, como los gestionados por Blackrock o Vanguard, que en
realidad es difícil catalogar como “extranjeros”, ya que su base de inversores
es totalmente internacional. Estos fondos han jugado un papel importante, como
paladines del pequeño inversor, forzando a las empresas de cualquier
nacionalidad —que compiten por sus fondos— a introducir constantes mejoras en
su gobierno corporativo, tales como los consejos independientes y profesionales
y las mejoras en las políticas de remuneración de los directivos.  

Estos fondos
también han ejercido presión sobre las empresas para que desarrollen políticas
de responsabilidad social corporativa, de acuerdo con las cuales las empresas
deben proteger a sus trabajadores y clientes en cualquier lugar del mundo en el
que estén. Es triste reconocer que posiblemente muchas empresas internacionales
han llegado a ser más responsables que muchos gobiernos nacionalistas.


[1] Irwin, Douglas A. y Kevin H. O’Rourke (2011) “Coping with Shocks and
Shifts: The Multilateral Trading System in Historical Perspective”. NBER Working Paper No. 17598 disponible en https://www.nber.org/papers/w17598

[2] Pagano, Marco y Paolo F. Volpin (2005) “The Political
Economy of Corporate Governance”. American
Economic Review
95 (4), pp. 1005-1030.

[3]
https://www.forbes.com/sites/antoinegara/2016/03/17/bernie-sanders-and-elizabeth-warren-back-useless-bill-to-regulate-hedge-fund-activism/#5986029cd5a1

[4] Fried, Jesse y Charles C. Y. Wang (2017)
“Short-Termism and Capital Flows” Harvard Business School Working Paper, No.
17-062. Disponible
en http://nrs.harvard.edu/urn-3:HUL.InstRepos:30000680

[5] Reglamento (UE) 2019/452 del Parlamento Europeo y
del Consejo de 19 de marzo de 2019 para el control de las inversiones
extranjeras directas en la Unión. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32019R0452&from=EN

[6] Modificación
del Marco Temporal relativo a las medidas de ayuda estatal destinadas a
respaldar la economía en el contexto del actual brote de COVID-19 (2020/C
112 I/01). Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:52020XC0404(01)&from=EN

[7] Adam Smith (1776) “An Inquiry in the Nature and
Causes of the Wealth of Nations.
Disponible en: https://www.econlib.org/library/Smith/smWN.html.
Krugman, Paul
(1993) “The Narrow and Broad Arguments for Free Trade”, American
Economic Review, Papers and Proceedings
, 83(3).

[8] Directiva
(UE) 2017/828 por la que se modifica la Directiva 2007/36/CE en lo que respecta
al fomento de la implicación a largo plazo de los accionistas. Disponible
en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:32017L0828&from=EN

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asi-fue-la-reforma-laboral-de-2012-que-ahora-se-quiere-derogar:-flexibilidad-de-las-empresas,-combatir-la-dualidad-y-politicas-activas-de-empleo

Así fue la reforma laboral de 2012 que ahora se quiere derogar: flexibilidad de las empresas, combatir la dualidad y políticas activas de empleo

La fuerte crisis económica que está sufriendo hoy España vinculada a las medidas de restricción para evitar la propagación del COVID-19, han llevado a una escalada desempleo importante en apenas dos meses.

Tenemos 3,83 millones de personas que desean un empleo y no lo pueden obtener, y si a estas cifras sumamos los tres millones de afectados por los ERTE, nos iríamos a tasas de paro del 34% aunque las fuentes oficiales no incorporan este último dato.

Y es en este contexto, en el que se vuelve a señalar la reforma laboral del Partido Popular del año 2012 como uno de los problemas de la situación presente, tal y como sucedió en la anterior crisis financiera. Incluso, el Gobierno de Pedro Sánchez ha llegado ha firmar con Bildu la derogación íntegra de la reforma laboral, aunque seguidamente lo ha matizado.

Así pues, vamos a reflejar cuáles fueron las medidas que se introdujeron la reforma laboral de 2012, cuál fue el papel de los ERTE en ese momento de cambios legislativos y las consecuencias finales para el mercado laboral.

Las tres dimensiones que abordó la reforma laboral

El paquete de reformas que fue promulgado en el año 2012 tenía como objetivo principal el abordar diferentes problemas estructurales que sufría el mercado laboral español. Mientras que la mayoría de reformas estudian orientadas en el año 2012, algunos ajustes complementarios se hicieron factibles hasta 2013.

El gran problema de España y que hoy en día sigue existiendo aunque en menor medida, era la flexibilidad interna de las empresas, y se buscó conceder mayor prioridad a los acuerdos a nivel de empresa, lo que facilitaba las cláusulas de exclusión de los acuerdos de ámbito superior como pueden ser sectoriales o regionales y facilitando las diferentes modificaciones unilaterales de los salarios y el resto de condiciones de trabajo.

Para entender como se estructuró esta reforma hay que mencionar tres categorías diferentes: Medidas para aumentar la flexibilidad de las empresas, medidas para reducir la dualidad y, medidas para mejorar las políticas activas del mercado de trabajo, con algunas medidas dirigidas a varios objetivos. Asimismo, debemos enfatizar que algunas de estas políticas únicamente se emplearon a los nuevos contratos o los futuros años de servicios en los contratos ya existentes.

Enfocando la flexibilidad empresarial, en primera instancia se dio prioridad a aquellos acuerdos a nivel de empresa frente a los acuerdos a nivel del sector en el marco de la negociación colectiva, se facilitó la exclusión voluntaria de los convenios colectivos, se redujo el periodo de actividad excesiva de los convenios colectivos, se utilizaron los contratos a tiempo parcial, incluso llegando a permitir horas extras horas complementarias, se amplio el uso de despidos justos basados en criterios objetivos y se facilitaron los acuerdos de despido a nivel de empresa.

En relación a aquellas medidas que abordaban la dualidad del mercado laboral, es decir la gran diferencia existente del blindaje de los contratos indefinidos frente a los contratos temporales, se tomaron medidas para reducir las diferencias. La más importante fue la reducción del coste de despidos improcedentes a los trabajadores indefinidos de 45 a 33 días de salario por año de antigüedad hasta un máximo de 24 meses, frente a los 42 meses anteriores. También vimos la introducción de un contrato especial para las pequeñas empresas al fin de conceder un incentivo para la contratación de trabajadores indefinidos, especialmente dirigido a jóvenes desempleados y se restableció el límite de 2 años para la prórroga de los contratos temporales.

En último lugar de esta batería de medidas, debemos de señalizar aquellas políticas activas. En este punto se introdujeron contratos de formación y aprendizaje concedían a las empresas diferentes incentivos para reciclar a jóvenes sin formación para que permanecieran dentro de la empresa y se puso en marcha un nuevo programa de activación para los desempleados de larga duración. Además, se concedió un papel más relevante a las agencias privadas de captación y colocación y ya en el año 2013 se introdujo un sistema de evaluación de asignación de fondos orientado a los resultados.

¿Y qué hay de los ERTE?

En relación a los ERTE que se han puesto muy de moda en estos meses para tratar de paliar coyunturalmente las consecuencias negativas que están sufriendo los negocios, tienen su punto de partida en el año 1995 en el Estatuto de los Trabajadores.

Específicamente, lo podemos ver regulados en los artículos 45,47 y 51 del Real Decreto Legislativo 1/1995 del 24 de marzo por el que se aprobó el texto refundido de la Ley del Estatuto de trabajadores que establecía entre las diferentes causas suspensión del contrato del trabajo, aquellas motivadas por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor temporal.

Con esta legislación, lo que hizo realmente el Partido Popular en su estapa de Gobierno fue crear una Disposición Adicional Segunda del Real Decreto 1483/2012, de 29 de octubre, por el que se aprobó Reglamento de los procedimientos de despido colectivo y de suspensión de contratos y reducción de jornada.

Se trataba pues regular el nuevo papel de la autoridad laboral y sus funciones para que su permiso no fuera un requisito necesario y agilizar todo el trámite.

Por lo tanto, en un supuesto de derogación de la reforma laboral co o se está planteando, la inmediatez obtenida en este trámite quedaría obstaculizada, haciendo más complejo todo el proceso del ERTE tan necesario hoy en día para empresas y trabajadores porque, según el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos, se estima que más de 900.000 trabajadores incluidos en un ERTE no están cobrando.

¿Fue positiva la reforma laboral?

Sin lugar a dudas, la reforma laboral mejor los resultados obtenidos en materia de empleo, incluyendo especificamente las altas tasas de jóvenes desempleados.

Podemos apreciar en el siguiente gráfico que el crecimiento del empleo después de la reforma fue sistemáticamente mayor y el desempleo juvenil se redujo en comparación a una posible evolución del crecimiento del empleo y el desempleo juvenil en ausencia de estas reformas.

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Las desigualdades se redujeron. La fuerte creación de empleo, ayudada por las reformas, contribuyó a mejorar la distribución de la renta después de 2012. Si miramos el coeficiente de Gini cinco años después de las reformas vemos esa reducción.

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Uno de los problemas que no se ha solucionado ha sido la temporalidad que sufre la economía española. Aunque, en este punto, hay que matizar que hemos visto una contracción del peso del sector de la construcción en el cómputo del PIB en favor de una economía orientada más a servicios con una dosis de mayor temporalidad.

Hay que tener en cuenta, que en el momento previo del estallido de la burbuja inmobiliaria, la proporción de empleos temporales era incluso superior al 30% (tasa del 34,6% en el tercer trimestre del 2006). La crisis borró muchos contratos temporales, y cuando la recuperación económica llego a los niveles de PIB que habíamos visto en el pasado, la tasa de temporalidad, aunque excesivamente elevada en el 26%, desde luego no ha llegado a los niveles anteriores.

Temporales

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¿que-sistemas-sanitarios-estan-mejor-preparados-para-responder-a-la-covid-19?

¿Qué sistemas sanitarios están mejor preparados para responder a la Covid-19?

No
todos los sistemas sanitarios son
iguales. Los efectos de la pandemia también varían mucho entre países. Por
ejemplo, la mortalidad de Corea y Alemania es muy inferior a la de España: 0,5
y 9,5 por 100.000 habitantes frente a 58,9%, (datos J. Hopkins University a 16
de mayo), o a las de Francia, Reino Unido y EE.UU. suponiendo que los
datos sean comparables. Hoy por hoy, estas diferencias son difíciles de
explicar. ¿Se relacionan con  la organización de sus sistemas sanitarios? ¿Algún
tipo de sistema ha garantizado menos contagios y fallecimientos? ¿Cómo es que si
presumíamos del “mejor sistema sanitario del mundo” tenemos cifras
verdaderamente altas? Son cuestiones para estudiar despacio y con más datos de
los disponibles ahora, pero adelanto que mi hipótesis es que esa relación no
existe. Los factores decisivos han sido el grado de preparación del país y el
funcionamiento de los servicios de salud pública, con independencia de cómo
esté organizada la asistencia sanitaria en el país, y estos factores son los
que hemos de priorizar.

Tenemos que tener clara la distinción entre servicios de salud pública y asistencia sanitaria individual. Los primeros se dedican a la salud poblacional: promoción, prevención y protección de la salud. La prevención es lo más relevante frente a una pandemia: vigilancia epidemiológica, detección de infectados, rastreo de sus contactos, cuarentenas, seguimiento de casos, recogida y tratamiento de la información resultante. Los economistas decimos que estas actividades presentan fuertes efectos externos, e incluso bienes públicos, por lo que no pueden ser suministradas por empresas privadas, el mercado falla y tiene que ser el Estado el que garantice estos servicios, con independencia de que organice o no un sistema público de asistencia sanitaria individual. De hecho hay países –sobre todo en vías de desarrollo– con buenos servicios de salud pública y malos sistemas de asistencia sanitaria individual (Kerala en la India, o Vietnam).

En
cambio, los servicios de asistencia sanitaria individual diagnostican y tratan
las enfermedades de personas concretas, como cuando me operan de menisco o me cuidan
la COVID-19. Idealmente, ambas facetas deberían ir coordinadas. Su naturaleza,
sin embargo, es distinta. La atención sanitaria individual técnicamente es un
bien privado que puede ser suministrado por el mercado. Pero para evitar la flagrante
injusticia de que quien no pueda pagarlo no sea tratado o intervenido
quirúrgicamente si lo necesita, los Estados del Bienestar sufragan y organizan la
asistencia sanitaria, aunque de formas diversas. Los sistemas nacionales de
salud (tipo “Beveridge”) financian con los impuestos generales y ofrecen
cobertura universal: Reino Unido, Italia, los países nórdicos y España. A mi
juicio esta es la forma de organización más perfecta. Los sistemas de seguridad
social (tipo “Bismarck”) se financian con cotizaciones laborales y cubren a
quien desempeña un trabajo, actualmente con gran amplitud, como en Francia o
Alemania. De hecho, ambos tipos de sistemas llevan tiempo convergiendo. En
cambio, hay países, como EE.UU, sin sistema público general, sólo los limitados
seguros estatales Medicare (para ancianos) y Medicaid (para muy pobres).
Dependiendo de su contrato y de la prima mensual que paguen (determinada según
su grado de riesgo) los cuidados de muchos americanos contagiados los cubrirá, más
o menos, su seguro privado. Muchos tendrán que sufragar parte o incluso la
factura total si no tienen seguro, y podrán caer en la bancarrota porque el
precio de los servicios médicos y hospitalarios es muy elevado.

El
nivel de gasto en sanidad por persona y en relación al PIB también varía mucho.
Es altísimo en EE.UU, muy alto en Alemania y Francia y más moderado en los
países de sistema nacional de salud. Actualmente España dentro de este grupo
(RU, Italia y países nórdicos), que es con quien corresponde compararnos, es el
que menos gasta, aunque no mucho menos. Pero si nos comparásemos con ellos
cuando su nivel de renta era similar al nuestro no quedaríamos atrás. El gasto,
además, se debe ajustar por otros criterios, como riesgo poblacional y, en todo
caso, cabe gastar mucho y mal, como parece ocurre en EE.UU, por lo que es
necesario completar el panorama con datos de resultados en salud.

¿Qué
han hecho bien Corea y Alemania que nosotros no hemos hecho?

Corea,
un país de 52 millones de habitantes, muy envejecido, con un sistema de
seguridad social obligatorio, unificado, de amplia cobertura y dispositivo
asistencial básicamente privado, financiado con cotizaciones sobre la nómina de
salarios y altos copagos, tiene un gasto sanitario público bastante menor que
el nuestro (4,5% frente a 6,3 % en 2017, datos OCDE). Es el país grande que
mejor afronta al virus. Ha conseguido contener la epidemia en marzo sin medidas
estrictas de confinamiento. En 2015 un brote de MERS, otro coronavirus,
importado por un viajero procedente de Arabia, causó 185 casos y 38 muertes. Se
dominó sin que traspasara las fronteras y la OMS no declaró emergencia
internacional. Pero su alta letalidad concienció a la sociedad, se montó un
sistema completo de planificación, preparación y prevención, orientado a evitar
contagios, mediante análisis, rastreo y aislamiento avanzado de contactos y se
convino que en ciertos momentos, la salud pública debe primar sobre la
privacidad. Con este antecedente y la proximidad a China planificaron con tiempo y método y actuaron
rápidamente y con coordinación. Corea se puso en alerta el 3
de enero, al nivel 1; el 20 al nivel 2; el 28 al nivel 3 y el 23 de febrero al nivel
4, máximo, pero en ningún momento se paralizó el país, salvo retraso del
semestre escolar y gestión especial de tres regiones.

El 31 de enero ya se habían distribuido “kits”
diagnósticos importados a los gobiernos locales y el 4 de febrero se homologó y
autorizó la fabricación nacional del primer test diagnóstico PCR. Más empresas
fueron autorizadas después. A
primeros de mayo los famosos puestos de recogida de muestras y test rápidos desde
el coche eran 71 y 612 los puestos de cribaje fuera de los hospitales; también
se hacen en visitas domiciliarias. 118 laboratorios realizan
20.000 análisis diarios PCR con resultados comunicados en la misma jornada.

Los rastreos de casos y contactos y las investigaciones
epidemiológicas se apoyan en un sistema informático basado en una plataforma preexistente
de información urbana (“Smart City Data Hub technology”). Recoge datos de policía, empresas de tarjetas de
crédito, compañías telefónicas, GPS y cámaras de vigilancia, tras advertir al
interesado. Una vez anonimizados los ciudadanos pueden consultarlos para
verificar si han tenido proximidad con el contagiado. Si es así son cuarentenados
en sus domicilios y supervisados individualmente mediante una aplicación que controla
los síntomas dos veces al día y el cumplimiento del aislamiento.

Otros factores son que los casos se concentraron en
una comunidad religiosa, que celebró una reunión masiva el 1 de febrero, y una
región, la mayoría jóvenes de 20-30 años, aunque los fallecimientos se
concentran en mayores de 60. La capacidad científica e industrial del país
tampoco se puede ignorar.

Alemania,
con un sistema tipo seguridad social (“Bismarck”) tiene indicadores de salud
peores que los nuestros (p. ej. mortalidad evitable y mortalidad tras infarto
superiores), a pesar de su alto gasto. Sin embargo, está teniendo menos contagios
de SARS-CoV-2 y una mortalidad inferior a la de España, Italia, Francia,
Reino Unido o EE.UU (hasta cuatro veces menos). Hoy por hoy, esta diferencia es
inexplicable, pero pueden avanzarse algunas razones similares al caso coreano. La primera es que tampoco se confiaron
y se prepararon con bastante prontitud,
es decir, planificaron con tiempo y método y actuaron tempranamente con
coordinación y de forma descentralizada. Disponían de una ley de protección frente a las infecciones
(IfSG) de 2001, muy detallada, una estrategia explícita frente a
epidemias y una estructura de servicios de salud pública, de investigación e
industrial muy potente. Para empezar, el
Centro Alemán de Investigación de Infecciones (DZIF) en la Universidad de
Medicina La Charité de Berlín, que había descubierto los análisis diagnósticos
de virus y enfermedades como Zika, MERS y SARS, desarrolló el análisis
diagnóstico del coronavirus SARS-Covid-2 (el famoso “test PCR”) pocos días
después de su secuenciación por los chinos. El 16 de enero ya estaba disponible
públicamente. En seguida iniciaron la elaboración de “kits” a gran escala y almacenaron
existencias para uso interno antes de permitir la exportación. Fue inmediatamente publicado como
directriz por la OMS y ha permitido el diagnóstico fiable de la enfermedad en
todo el mundo.

«La conclusión intuitiva es que no parece que el tipo de sistema, ni el nivel del gasto sanitario, sean en el corto plazo lo decisivo frente a la pandemia. La estrategia con éxito es la que, apoyada en planificación y preparación, ha desplegado como primera línea de defensa las herramientas de la prevención y la epidemiología»

La segunda razón decisiva es que a fines de febrero, tras el
primer caso, se potenciaron servicios y laboratorios de salud pública y se desplegaron
los dispositivos para detectar contagiados, analizarlos, rastrear contactos,
aislarlos, blindar residencias encerrándose los trabajadores y enfermeras
dentro, y diagnosticar. Desde el principio analizaron con PCR todos los casos
con síntomas por lo menos leves. A mediados de marzo ya disponían de entre 170 y
300 laboratorios, según las fuentes, capaces de hacer PCR, coordinados por el
prestigioso Instituto Robert Koch (IRK). 100.000 por semana a primeros de marzo;
160.000 el 20 de marzo; 200.000 era el objetivo a primeros de abril y a
primeros de mayo alcanzan una capacidad de medio millón. También disponían de
equipos de protección individual para los profesionales sanitarios. Las
tensiones de suministro de mascarillas se solventaron rápidamente, recurriendo,
por ejemplo, a las reservas que tenían las empresas automovilísticas según sus
planes de emergencia antiepidemia para sus propios trabajadores. Así,
contuvieron la infección y nunca llegaría una avalancha de enfermos a colapsar
los hospitales.

Por supuesto, médicos y hospitales también estaban preparados para tratar a los enfermos de acuerdo a su gravedad. El 13 de mayo tenían 32.310 camas de cuidados intensivos, 12.000 libres. Aunque seguramente han influido otras razones. No hay ciudades muy grandes y los infectados iniciales eran jóvenes esquiadores que volvían de Italia e infectaban a gente también joven. Así, el 13 de mayo el 67% de los casos están entre los 15 y los 59 años, mientras que en España en su mayoría son mayores de 65 años, más vulnerables.

En definitiva, dos países con sistemas sanitarios tipo seguridad social parecidos, pero uno con gasto alto y otro bajo, han tenido éxito, mientras que Francia, con un sistema de estructura parecida y alto gasto ha tenido malos resultados. Sistemas nacionales de salud como España, Italia o Reino Unido también malos, mientras que con sistema parecido Noruega, Finlandia y Dinamarca relativamente buenos. EE.UU con el sistema más de mercado y muy alto gasto tiene resultados también muy malos. La conclusión intuitiva es que no parece que el tipo de sistema, ni el nivel del gasto sanitario, sean en el corto plazo lo decisivo frente a la pandemia. La estrategia con éxito es la que, apoyada en planificación y preparación, ha desplegado como primera línea de defensa las herramientas de la prevención y la epidemiología, orientadas a evitar contagios, mediante detección temprana de casos, análisis, rastreo con encuestas epidemiológicas de campo realizadas por personal entrenado y aislamiento avanzado de pacientes y contactos. Esta debe ser ahora, en el corto plazo, nuestra primera prioridad, porque nuestra  segunda línea de defensa, la estructura asistencial, si se termina de salvar el clamoroso fallo de la falta de equipos de protección personal, es poderosa, como han demostrado nuestros sanitarios en las peores condiciones. Para que no se vuelvan a repetir la avalancha de enfermos, los miles de muertes y la inmolación de los sanitarios tenemos en primer lugar que detectar, analizar, rastrear y aislar.

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La Socioeconomía contrataca frente al Coronavirus: tecnología espacial para que ayudes a investigarlo desde tu casa

Para nuestra propia desgracia, parece que el Coronavirus está ya plenamente instalado en nuestras vidas, y que además va a seguir ahí una buena temporada, aunque sólo sea por sus consecuencias. Es por ello por lo que no debemos bajar la guardia en ningún caso frente a él, y no volver a caer con categórica rotundidad en menospreciar a un virus que sigue ahí y que, a la vuelta de la esquina, en cualquier momento puede volver a ponernos (todavía más aún) contra las cuerdas como socioeconomía.

Y es que, aparte de que todavía no hay vacuna, seguimos ignorando buena parte de las características del funesto virus, además de cómo ataca a nuestro organismo. Por ejemplo, parece ser ahora que el principal sistema del cuerpo humano que es atacado es el cardiovascular, con los vasos sanguíneos como principal objetivo. Ello explica consistentemente el porqué de que este virus pueda mostrar un espectro de afectación multi-orgánico tan amplio, pues en realidad estaría afectando al órgano humano que tiene más relación física con todo el resto de los órganos.

Y habrá tantas otras cosas sobre el Coronavirus que no sepamos todavía a día de hoy, y que nos están costando tantas vidas perdidas, que iniciativas como la de Rosetta@Home, que permiten a cualquier ciudadano colaborar desinteresadamente en la investigación al más alto nivel del COVID-19, no sólo son algo prometedor: permiten además albergar esperanza en la especie humana como conjunto, además de recolocar a la ciencia en ese ilustre sitio del que algunos la intentan sacar a base de una indigestión de propaganda.

Cómo armados con un pedacito de hardware libre de 35€ (o con tu propio smartphone) podemos ayudar a salvar muchas vidas

La Socioeconomia Contrataca Frente Al Coronavirus Tecnologia Espacial Para Que Ayudes A Investigarlo Desde Tu Casa 3

El Coronavirus ha provocado una pandemia sobre la que ya el 3 de Febrero les advertimos, exponiendo que lo más amenazador de la misma era que desconocíamos infinitamente más del COVID-19 de lo que sabíamos acerca de él. Tras el posterior e incesante recuento de fallecidos, y ante la amenaza real de que, tras el receso veraniego al calor de las altas temperaturas, vuelva el Coronavirus en Otoño en todo su funesto esplendor, la carrera de la ciencia por estudiar al “maldito bicho infecto” no debe parar ni lo más mínimo, con el objetivo ineludible de acabar desarrollando una vacuna efectiva como solución definitiva (pasaremos de puntillas sobre esa gran mutabilidad que puede anular la efectividad de la vacuna). Por lo tanto, la humanidad debe seguir en una carrera contrarreloj para salvar cuantas más vidas sea posible.

En esa carrera, los virólogos y epidemiólogos están contando con un inesperado aliado. Inesperado no porque no se esperase que “arrimase el hombro”, sino porque pocas personas fueron capaces de imaginar de dónde podía venir la masiva ayuda necesaria en la investigación del COVID-19 en este caso. Pero la imaginación no conoce límites, y a veces la ciencia tampoco, así que ahora acude al rescate la ciencia humana desde otra órbita: la órbita espacial. Efectivamente, el proyecto Seti@Home fue una primera iniciativa de computación distribuida en la cual cualquier ciudadano podía unirse al proyecto, entrar a formar parte de la red descentralizada de recursos informáticos que participaba en la investigación, y poner por Internet su hardware a disposición del proyecto para descifrar y buscar vida inteligente en “trocitos” de señales captadas de las profundidades del espacio. En ellos se buscaba cualquier patrón o rastro de señal de telecomunicaciones inteligente que revelase que había detrás una civilización alienígena enviándola al espacio.

Y hay que decir que este tipo de proyectos es posible, y que han alcanzado su máxima potencialidad, en buena medida gracias a ese hardware libre como la Raspberry Pi o su primo-hermano Arduino, muy asequibles, con consumos muy reducidos, con una gran comunidad detrás, y que pueden estar funcionando 24h por apenas unos pocos céntimos de consumo energético, pero aportando una capacidad de proceso no desdeñable (aclarar en este punto que también se puede participar en los proyectos “@Home” con un PC estándar o con un smartphone, cediendo capacidad de proceso en momentos de inactividad para no afectar al rendimiento). Es curioso como un proyecto en concreto como la Raspberry Pi surgió entre uno de sus principios fundacionales como una iniciativa para producir una suerte de ordenador de muy bajo coste, que permitiese el acceso a la informática a los niños del tercer mundo, y que contribuyese así a evitar su analfabetismo digital.

Pero aparte de haber contribuido a conseguir tan loable objetivo, la Raspberry Pi y Arduino también han permitido que los ciudadanos de los países desarrollados puedan permitirse adquirir varios de esos asequibles dispositivos informáticos para múltiples funciones, que van desde tener un ordenador Linux personal distinto y físico para cada hijo, montar en casa un media center, montar un hogar inteligente, poder usar un sistema de asistente virtual alejado de la intrusión en nuestras vidas privadas de los dispositivos de Google, Apple o Amazon, o… como decíamos, para poder ayudar a investigar el espacio profundo junto con las instituciones espaciales más reputadas del planeta Tierra, o para investigar ahora al polifacético y extremadamente mutante Coronavirus según el tema de hoy.

Seti@Home se cerró dejando tras de sí herederos que pasan de investigar el macroscópico espacio profundo a escudriñar la escala microscópica del virus COVID-19

La Socioeconomia Contrataca Frente Al Coronavirus Tecnologia Espacial Para Que Ayudes A Investigarlo Desde Tu Casa 1

Así, tras el cierre de Seti@Home, llegaron otro proyectos de computación científica distribuída, de los cuales el mejor y más numeroso exponente ha resultado ser Folding@Home de la Universidad de Stanford, dedicado también específicamente a la lucha contra el Coronavirus. No obstante, hay otro proyecto similar más digno de mención, y que es el Rosetta@Home de la Universidad de Washington, sin que realmente haya entre ambos (ni con respecto al original Seti@Home) ni un gran salto tecnológico ni grandes diferencias técnicas. Los fundamentos son básicamente los mismos: la idea de la red de computación distribuida es prácticamente idéntica, y principalmente lo que cambia son los tipos de datos a analizar, y cómo luego en los servidores centrales se utilizan esos datos para una investigación biomédica (u otras) en vez de espacial.

Así, Rosetta@Home aporta algunas importantes ventajas adicionales, y es que se trata de una plataforma más prometedora porque nació más versátil y flexible como plataforma multi-proyecto, con lo que le pone a usted como ciudadano a la vanguardia de varias importantes investigaciones punteras, entre las que destaca en nuestros días la del Coronavirus por motivos obvios. Sin exagerar lo más mínimo, sin paliativos, y sin margen para equivocarnos, podemos afirmar con rotundidad que con Rosetta@Home estará usted participando en la investigación biomédica más disruptora y colaborativa de la Historia de la Humanidad, y ello sin apenas complejidad técnica, cómodamente desde el sofá de su casa, y sin apenas esfuerzo por su parte más allá de pagar unos céntimos al mes de factura de luz. El que no colabore es simple y llanamente porque no quiere.

El hecho es que Rosetta@Home trata de echar un cable (o más bien un chip) precisamente en el eslabón de la cadena de una de las investigaciones víricas que más capacidad de computación requiere, y en donde disponer de todos los recursos informáticos necesarios por otros medios obligaría a pagar enormes sumas de dinero en horas y horas de uso de hardware de supercomputación. Pero hay otra aproximación alternativa a esa ingente capacidad de supercómputo necesaria, y es, en vez de utilizar unos meses un superordenador de esos de los que hay tan sólo unos pocos en el mundo, fraccionar de forma “inteligente” la cantidad de trabajo a procesar en partes muy pequeñas asequibles para un hardware modesto y doméstico, y conseguir el mismo objetivo final pero utilizando una masiva red distribuida por los hogares de todo el planeta: ahí es donde la ciencia y la medicina le necesitan a usted. Y ya cuentan nada más y nada menos que con casi 100.000 dispositivos y ordenadores trabajando incesantemente en 151 países del mundo, aportando en conjunto 1,26 Petaflops de capacidad de cómputo agregada… pero les hacen falta muchos más procesadores: cuantos más mejor y más rápido podremos lograr acabar con la pandemia del Coronavirus, así como con tantas otras enfermedades.

Al participar en el proyecto, su PC, smartphone o cualesquiera recursos hardware usted ponga a disposición de la red, empezará a analizar datos y a tratar de hacer una esencial predicción estructural proteica, tratando predecir la estructura tridimensional de las proteínas del COVID-19 desde su secuencia de aminoácidos, para así poder lograr alguna forma de lucha efectiva contra el Coronavirus. Una vez que el genoma del terrible virus fue ya secuenciado, el trabajo que queda por delante es detectar estructuras proteicas susceptibles de ser objetivo de potenciales medicamentos o vacunas. Para lograrlo hay que conseguir localizar o sintetizar una proteína que sea capaz de atacar con éxito la estructura del Coronavirus y conseguir neutralizarlo, y esa investigación masiva requiere del consumo de ingentes recursos computacionales, para lo que aproximaciones como Rosetta@Home son esenciales.

Si se tiene éxito en encontrar esas nuevas cadenas proteicas, se dará con la llave estructural que permitirá posteriormente fabricar en serie estas proteínas con propiedades anti-virales contra el COVID-19, y al ser suministradas al organismo infectado lograrán adherirse a las propias proteínas del SARS-CoV-2 como una llave que encaja en una cerradura, neutralizando así su capacidad de replicación, al evitar que pueda con sus víricas proteínas infectar otras células sanas del organismo huésped en el que si no se propagaría sin control. Recuerden que un virus no es estrictamente considerado un ser vivo, puesto que carece de función reproductiva por sí mismo. La capacidad de replicarse un virus la consigue mediante la inoculación de su propio material genético en los genes de células sanas y vivas que sí que se reproducen.

A partir de ese momento, al replicarse por los propios mecanismos naturales celulares, lo que acaban haciendo esas células recién infectadas es replicar en realidad el material genético insertado en ellas por el virus, propagando así al propio virus y contribuyendo a su diseminación por todo el organismo. Tras ello, y con la carga virásica que todo afectado irradia a su alrededor, el virus acaba contagiando también a otros individuos que entran en contacto con el huésped infectado. Así pues, colaborando con Rosetta@Home, más concretamente estará usted contribuyendo a ser capaces de predecir ese acoplamiento proteína-proteína del virus, y ayudando a desentrañar sus mecanismos más enigmáticos y susceptibles de ser utilizados para destruirlo o, al menos, para neutralizar su capacidad de propagación por nuestro organismo. Aparte de contra el COVID-19, Rosetta@Home también colabora en investigaciones contra otras enfermedades graves, como la Malaria o el Alzheimer.

Proyección del ”Frikismo” en estado puro al rescate de la humanidad: “frikis” así deberíamos ser todos

La Socioeconomia Contrataca Frente Al Coronavirus Tecnologia Espacial Para Que Ayudes A Investigarlo Desde Tu Casa 4

Lo anterior puede sonarles muy “friki”, pero recuerden que nos estamos transformando ya de la “Sociedad Tecnológica” en la “Sociedad Técnica”, quedando al margen (como ya dijera el MIT) únicamente los analfabetos del futuro: todos entraremos a formar parte de ese ”frikismo” en algún momento (más nos vale). Y puede que lleven razón con lo de que les suene “friki” hoy por hoy, pero aparte de que realmente por mera probabilidad es posible que haya alguien ahí fuera, y aparte también de lo visionario de un proyecto que cataliza la colaboración de la comunidad en pos de un gran objetivo común, está el hecho de que esa misma tecnología tan “friki” del programa SETI nos está ayudando ahora de manera incalculable para otros objetivos muy distintos, menos espaciales y mucho más mundanos (y vitales), como es aprender más del COVID-19 para poder combatirlo y salvar vidas humanas. Es como poco curioso (cuando no apasionante) que la búsqueda de vida alienígena haya acabado encontrando la forma de colaborar en preservar la vida terráquea.

La Socioeconomía es un concepto tan fascinante como el propio ser humano, o como cualquiera de los sistemas hiper-complejos que hemos construido a nuestro alrededor; eso por supuesto sin desmerecer en absoluto a los sistemas naturales y su delicada y a veces maltratada complejidad. Pero no sólo como mero concepto, sino casi como una cualidad intrínseca al lado más positivo (y colaborativo) de esos seres humanos, ahora vemos cómo la Socioeconomía en estado más puro, y con la ciencia por estandarte, acude al rescate ya no del planeta, sino de las propias personas como seres vivos frente a una pandemia tan letal y destructiva como la del Coronavirus.

El tema de hoy es efectivamente fascinante donde los haya, y demuestra cómo, aunque hoy pueda parecer que estudiar la reproducción del gusano rojo de Abisinia pueda ser algo totalmente irrelevante, quién sabe si en un futuro todos podemos tener que alimentarnos del susodicho ser arrastrante. La tecnología espacial en este caso ha hecho tres cuartos de lo mismo, y esa ciencia desplegada en pos de encontrar vida extraterrestre, que llegaba a ser considerada por algunos como un desperdicio absoluto de dinero y esfuerzo, resulta que ahora ha servido para colaborar en salvar millones de vidas terrestres de valor incalculable. Es cuestión de principios, digo, de visión (y de valores).

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Al final, terrestre o extraterrestre, la ciencia y el conocimiento no sólo no ocupan lugar, sino que el lugar real que deberían ocupar está en el podio del progreso y de nuestros valores socioeconómicos más fundamentales. Es por eso por lo que armas de destrucción masiva como la propaganda atacan tan persistentemente la ciencia occidental, porque saben que es uno de los pilares más fundamentales de nuestro progreso y de nuestro bienestar, ése que persiguen tan desesperadamente destruir (y van haciendo sus progresos en ello). Siempre concibiéndola dentro de la necesaria sostenibilidad económica, pero contra los agnósticos de la ciencia, contra la propaganda que pretende destruirla, contra los recortes presupuestarios injustificados que pretenden ahogarla, en pos de la Socieconomía más disruptiva y del progreso más sostenible, y contra viento y marea, desde aquí sólo podemos lanzar enfervorizadamente un grito de futuro: ¡Larga ciencia (y vida) para todos!

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