

Vivimos en un mundo altamente competitivo donde nadie quiere quedarse atrás. Existen empresas que llegan a producir los suficientes beneficios como para no tener que endeudarse o hacerlo mínimamente. Sin embargo el caso de la mayoría de las empresas empuja a realizar nuevas inversiones, muchas veces solicitando nuevos créditos, y es aquí donde el ratio de solvencia puede indicarnos hasta qué nivel puede endeudarse. Cómo dato, siempre puede acompañarse esta información con el ratio de autonomía financiera que anteriormente hemos hablado.
Qué niveles son adecuados
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Un ratio de solvencia acompañado de los ratios de los años anteriores pueden servir cómo guía para la inversión. Es bastante usado en el análisis fundamental, y un nivel de solvencia determinado y sostenido en el tiempo puede ser interpretado de varias maneras.
En el caso de que la empresa siga creciendo, es decir, su Patrimonio Neto vaya incrementándose de manera sostenida con el tiempo y además mantenga su nivel de solvencia es buena señal. Puede ser, entre otros factores, que el equipo directivo tenga definida una buena estrategia y mantenga un equilibrio en sus estados contables que sean muy estables a lo largo de los años.
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<p>Por otro lado, sobra decir que <strong>una continua pérdida del nivel de solvencia en una empresa no es buena señal</strong>, sobretodo si es sostenida, o que un incremento constante es algo bueno. Hay que asegurarse de que la empresa hace uso de esos activos, es decir, quiere seguir creciendo. El escenario ideal (o al menos uno de ellos) sería ver una empresa con niveles de solvencia que crecen, y que eventualmente pueden disminuir al hacer ampliaciones, y que continúa luego recuperando el nivel de solvencia, y así sucesivamente también.</p>
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. Finalmente, tanto acreedor como deudor pueden negociar esta situación y aceptar una pequeña pérdida, o negociar una nueva deuda o forma de pago que permita mantener la actividad.</p>
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