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Software ERP. ¿Vertical u horizontal?

Un software ERP, ya lo hemos dicho muchas veces, es el sistema nervioso principal de cualquier empresa, especialmente cuanto mayor es su tamaño y más compleja su operativa.  

  • Cuando un negocio es gestionado con un ERP, se integran y unifican todas las operaciones de front-office y back-office en un solo programa.  
  • Algo que evita la duplicidad de datos, reduce los riesgos y la posibilidad de errores y permite tener, de un solo vistazo, cómo está el negocio y su rendimiento. 

Es decir, que el software ERP puede optimizar el negocio, maximizar la eficiencia operativa y mejorar nuestra ventaja competitiva. 

Sin embargo, a la hora de elegir el programa que nos gobierne, puede asaltarnos la duda de si debemos elegir entre un modelo vertical u otro horizontal 

Vamos a intentar responder a esta compleja decisión en las siguientes líneas. 

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Qué es una aplicación vertical 

Lo primero es ver bien las diferencias entre las aplicaciones verticales y las horizontales para entender qué son cada una de ellas y cuáles son sus diferencias. 

Entendemos por aplicación vertical aquel software que se define y construye de acuerdo con los requisitos específicos de un sector, industria o usuario. El objetivo, al desarrollarlo así, es que sus funciones y procesos sean específicos y exclusivos para ese colectivo concreto. 

Generalmente los softwares verticales son más personalizables para una empresa u organización, dado que de esta forma se pueden satisfacer mejor sus necesidades específicas. 

Evidentemente, los ERP no son las únicas aplicaciones que pueden desarrollarse de forma vertical. Pero cuando una herramienta lo es, está pensada para unos determinados procesos, por lo que cualquier negocio que no pertenezca al mismo gremio no encontrará de utilidad dicha herramienta.  

Es decir, si tenemos una aplicación médica, solo quienes pertenezcan a esta rama sanitaria podrán encontrar valor en la aplicación, y puede que ni siquiera el sector farmacéutico pueda sacar partido de esta aplicación vertical. 

Por tanto, las aplicaciones verticales están desarrolladas y pensadas para un grupo concreto de usuarios. Y ésta es, precisamente, una de las grandes diferencias con respecto a las aplicaciones horizontales, que se desarrollando con un propósito general mucho más amplio. 

Cuando el ERP es vertical 

En el caso concreto del software ERP, decimos que estamos ante una solución vertical cuando esta herramienta ha sido desarrollada para un sector concreto de actividad (automoción, fabricación, pescadería…) con el fin de dar respuesta a las necesidades particulares de esta industria. 

Aunque un software ERP vertical permite también hacer la gestión de la empresa en todos sus departamentos, en su desarrollo se han tenido en cuenta los procesos específicos de un sector concreto. En lugar de apostar por incluir muchas características genéricas, esta modalidad apuesta por una mayor personalización verticalizada. 

Además, tienen en cuenta parámetros comerciales específicos de la industria a la que se dirigen, lo que también reducen las necesidades de personalización de la herramienta. Para que este tipo de soluciones sean altamente efectivas, los desarrolladores deben estar muy al tanto de la actualidad del sector, de forma que conozcan y actualicen constantemente las políticas reguladoras que les puedan afectar, así como las tendencias de la industria concreta en la que operen. 

Sage

En este post te contamos cuál es la diferencia entre un software ERP horizontal y uno vertical.

Qué es una aplicación horizontal 

Frente a la opción de las soluciones verticales, el mundo del software también propone el modelo horizontal. Como decíamos anteriormente, un software horizontal es aquella herramienta que ha sido pensada, concebida, diseñada y desarrollada para ser utilizada por el público en general, sin importar casos concretos de usuarios, empresas o industrias. 

Por esta concepción más amplia, suelen ser aplicativos cuya usabilidad suele ser más sencilla. Además, también dan una buena respuesta para necesidades de utilidad de propósito general. De hecho, en ocasiones se suelen denominar así (aplicación de propósito general) a las herramientas horizontales. 

El ERP horizontal 

Teniendo en mente qué son las aplicaciones horizontales, ya podemos inferir que cuando es el software ERP el que se ha diseñado así sabemos que el propósito es poder ser útil a una amplia variedad de industrias y empresas. 

Este tipo de herramientas tienen una amplia gama de funcionalidades básicas con las que poder dar respuesta a necesidades comunes de la mayoría de los negocios: ventas, almacén, proveedores, facturación, recursos humanos, facturas, pedidos…  

Generalmente, estos softwares ERP horizontales se integran con el resto de los aplicativos de la empresa para facilitar la correcta gestión. Gracias a las API, estos sistemas también facilitan la integración con otras soluciones específicas, bien para un determinado cometido (como el control horario), bien para unas necesidades concretas de algún sector particular (como la lectura de códigos de barras con dispositivos específicos para ese cometido, que suelen ser muy útiles en los almacenes). 

Dado que los ERP horizontales son de propósito general, es recomendable verificar su grado de personalización, lo módulos que puede tener específicos para nuestro sector de actividad así como las herramientas o aplicaciones de terceros que puedan funcionar sin problemas con este aplicativo, con el fin de poder adaptar la solución a nuestras necesidades concretas. 

¿Con qué tipo de software ERP me quedo? 

Si la elección de un ERP ya se antoja como una de las más importantes que todo negocio debe acometer, decantarse por uno horizontal o vertical tampoco tiene una respuesta fácil y rápida. 

No hay fórmula mágica ni respuesta unánime para todos, ya que depende mucho del tipo de empresa y, sobre todo, del sector industrial en el que opere nuestro negocio. Por ejemplo, si nuestra actividad se desarrolla en una industria altamente regulada (como puede ser el caso de los alimentos, bebidas, productos farmacéuticos o químicos), puede que un ERP vertical conozca más detalladamente cuáles son cada uno de los estrictos requisitos de cumplimiento y trazabilidad, aunque para ello tengamos que pagar una aplicativo más caro que uno horizontal.  

Por eso, debemos valorar muy bien si uno de propósito general puede satisfacernos correctamente todas estas necesidades concretas gracias a la integración de determinados módulos o aplicativos de terceros, que complemente las funciones del ERP horizontal. 

Cada empresa es única y debe valorar muy bien los pros y los contras de uno y otro modelo. Como vemos, tanto el ERP horizontal como el vertical tienen puntos fuertes… pero también otros débiles.  

En ambos casos, elegir al partner adecuado es fundamental para poder hacer la elección y la implementación correcta de las herramientas destinada a ser nuestra médula espinal en el negocio. 

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