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La reforma posible de las pensiones: profundizar en la silenciosa porque la ruidosa no funciona

Llevamos una semana hablando de la increíble subida del gasto en pensiones que supone los Presupuestos Generales del Estado 2023. Y justo surge una propuesta alternativa desde ESADE para contener la revalorización, que supone centrar las subidas en las pensiones más bajas y limitarla en las más altas.

Esta propuesta limitaría el incremento en pensiones (ahorraría, según las cifras de ESADE, unos 6.000 millones de euros en 2023) pero también tiene sus críticas porque limitaría la contribuitividad de las pensiones (cobras pensión en función de lo cotizado). Sin embargo ha llegado la hora de ponerse realista.

La reforma de 2013

Este problema no es reciente. Ya se sabía que iba a pasar. Cada vez hay más pensionistas e incluso sin grandes inflaciones el gasto en pensiones se estaba disparando. Así que en 2013 se reformaron las pensiones.

La idea era que en el medio plazo los gastos en pensiones se ajustaran a los ingresos. Por un lado por el cálculo de la pensión a la hora de jubilarse (Factor de Sostenibilidad) y por otro por la revalorización de las mismas (Factor de Revalorización), que dejaba de estar ligada a la inflación. El mecanismo era muy lento, para suavizar la transición y quizá era poco ambicioso. Pero lo cierto es que se aprobó.

Esta reforma «ruidosa» de las pensiones ha fracasado. Se derogaron los cambios e incluso el partido que la impulsó, el PP, se retractó y volvió al famoso «revalorizamos con el IPC, pase lo que pase». Dentro de esta reforma también saltó por los aires el Factor de Sostenibilidad, que era la otra piedra angular de la reforma.

La reforma silenciosa

La otra reforma de las pensiones, de la que casi no se habla, es la que cada año incrementa la pensión mínima, se limita la pensión máxima y sube la base máxima de cotización. Así dicho es bastante popular, ya que redistribuye (no hay pensionistas pobres, aunque hayan cotizado por el mínimo), no paga pensiones de lujo a unos pocos y hace pagar mucho a la Seguridad Social a sueldos altos. Esta es la reforma silenciosa, ya que no exige grandes reformas sino simples medidas aprobadas en los Presupuestos año a año.

Pero esta reforma silenciosa hará que dentro de unos años la pensión mínima y máxima se toquen. Habrá en España solo una pensión. El sistema habrá dejado de ser contributivo, da igual que lo que cotices, la pensión será x. Y la única decisión política será si x es el SMI o un factor del SMI. El sistema habrá pasado de ser contributivo a asistencial.

La propuesta de ESADE

La propuesta de ESADE es que el próximo año, en lugar de aumentar todas las pensiones un 8,5% se suba más a las pensiones más bajas que a las más altas. Esto permite reducir el total de la revalorización no perjudicando a los más desfavorecidos. Pero claro, ahonda en la «reforma silenciosa» y acerca más el momento en el que tengamos una pensión única en España.

A mí personalmente la «reforma silenciosa» no me gusta. Me gusta más lo que se aprobó en 2013, un sistema que fuera adaptando gastos a ingresos de una forma contributiva, lo que incentiva a que todos los sectores de la sociedad (tanto clases más desfavorecidas como las más adineradas) apoyen el sistema. Si la pensión es única contribuyas lo que contribuyas seguro que pierde apoyos.

Pero también es cierto que prefiero un sistema de pensiones a que no exista. Y el camino que estamos siguiendo tiene un final: sistema quebrado e impagos. Ya hemos comprobado que una reforma como la de 2013, que repito, estaba bien pero podría haber sido más agresiva con los tiempos, no es políticamente viable en un país con una edad mediana de 44 años y al que además le gustan los eslóganes de la «reforma silenciosa». Apostemos por ella de forma decidida como sistema para balancear los ingresos y los gastos porque no parece que nos quede mucho tiempo para hacer reformas de calado.