Es el fondo soberano más grande del mundo, con más de 1 billón de euros gestionados (1,22 billones a cierre de 2022) y cuando se pronuncia, los mercados se cuadran. Y en un momento de máxima convulsión económica mundial, acaba de hacerlo.
Hablamos del Fondo Soberano de Noruega, que pertenece a este Estado y gestiona activos por valor de la cantidad antes mencionada procedentes del petróleo de este país, acaba de señalar que nos enfrentamos, concretamente, a «los mayores cambios en 30 años».
Lo estamos viendo, la guerra entre Rusia y Ucrania está dañando a la economía mundial y las materias primas, precisamente, están en el centro de todo, y esto podría llevar a este fondo a pérdidas de hasta un 40%, calculan sus gestores. Un drama.
¿Qué nos quiere decir con esto? ¿Un aviso a navegantes de lo que se nos viene¿ ¿Hay que entrar en pánico o actuar con cabeza y sosiego? Vamos a intentar traducirlo.
Quédate conmigo
Solo en el primer trimestre de este año, el Fondo Soberano Noruego notificó pérdidas de 68.413 millones de euros, lo que ya pone en alerta lo que puede ser el cierre del año.
Si este fondo tiene pérdidas, este año será de pérdidas. Y hay que asumirlo. Este año no va a ser bueno en la inversión, las turbulencias que están ocurriendo no garantizan rentabilidad en prácticamente nada porque las cosas cambian de un momento a otro. Por lo que Noruega recomienda asumirlo y actuar.
¿Cómo? Gestionando el riesgo. Es decir, pasando de una gestión pasiva a una activa. No cabe otra, el dinero no va a caer solo. Si es que cae algo. Hay que ir a buscar la rentabilidad o, al menos, perder lo menos posible.
¿Y dónde? Pues el fondo dice que «no hay donde esconderse», es decir, que no hay de dónde sacar algo este año, y hablamos de más de 500 personas dedicadas a que este fondo incremente su rentabilidad, por lo que habrá que hacerles caso.
Por lo tanto, esta frase es importante para saber por dónde pueden ir los tiros: «Dos cosas son particularmente importantes aquí: primero, debemos tener una organización con recursos suficientes para gestionar el riesgo y la incertidumbre, porque allí se puede ganar mucho dinero. Lo difícil no es ganar dinero cuando los tiempos son buenos. Lo difícil es ganar dinero cuando las cosas se ponen difíciles», han señalado.
Esto podemos traducirlo por un «quédate conmigo». Es decir, en un momento en el que es muy arriesgado invertir, quédate de mi lado. Pide confianza en su gestión y en una solvencia demostrada durante años. Con esa experiencia se postula como activo donde invertir en estos tiempos, en los que muchos huyen de los mercados despavoridos.
¿Habrá que hacerles caso? ¿Volverán a romper las estadísticas? Lo dirá el tiempo.