Los bancos centrales están marcando un año de continuadas subidas de tipos de interés para dar caza a una inflación descontrolada. Un hecho que tiene sus consecuencias porque determina las condiciones en el mercado del dinero cuando los bancos comerciales toman prestado o invierten con los bancos centrales.
Los tipos de interés del banco central tienen un efecto en cascada en toda la Eurozona e influyen bruscamente en los tipos que los bancos comerciales ofrecen a los hogares y las empresas. Consecuentemente, las hipotecas, los préstamos para automóviles y las tarjetas de crédito están siendo más caras y menos atractivas.
Basándonos en las previsiones del BCE, la inflación sigue siendo demasiado alta y se mantendrá por encima del objetivo durante un período prolongado. De hecho, la inflación anual en la eurozona alcanzó el 10,7%» en septiembre, un máximo histórico y casi cinco veces el objetivo del 2% perseguido por el BCE. Los tres países bálticos mostraron tasas de inflación superiores al 20%.
Los bancos centrales buscan «estrangular la demanda» encareciendo el precio del dinero. Inflación o recesión, esas son las cartas que tenemos encima de la mesa, y las autoridades monetarias apuestan por contraer el PIB y enfriar la economía.
Todo ese proceso requiere tiempo, que se reduce cuanto más agresivo es en la subida de tipos y se indaga en la restricción de liquidez en el sistema. Una vez empiezan a surtir efecto en la economía real los principales indicadores económicos se deterioran y será en ese punto -si la inflación está atada en corto- cuando se empiece a bajar los tipos de interés.
Muchos están esperando ese momento. Especialmente aquellos con hipoteca a interés variable vinculado al euríbor, que tras la última revisión las hipotecas medias están pagando anualmente hasta 800 euros más. Entonces, ¿Cuánto tiempo suele pasar entre la última subida de tipos y la primera bajada?
Para ello, echemos un vistazo a la Reserva Federal que ya la ha visto de todos los colores, especialmente en la década de los setenta, con elevadas similitudes con el entorno actual por los precios pensionados. En este caso, si valoramos los últimos 50 años de la Fed, el período de tiempo promedio entre el último incremento de tipos de interés en un ciclo y el primer recorte ha sido de 7 a 8 meses.
Como decimos, el BCE tiene una vida más corta, con el punto de partida en 1999. Aun así, podemos hacer el mismo ejercicio. Los tipos de interés subieron en octubre del 2000 al 4,75% y vimos el primer recorte en mayo de 2001 en siete meses, dejándolos en 4,50%.
Seguidamente, tenemos que dirigirnos al 9 de julio de 2008 cuando, a pesar de los síntomas de debilidad económica, propició su última subida de tipos hasta dejarlos en el 4,25%. Ya en el mes de octubre de ese año vieron el pánico desatado en los mercados y el deterioro económico y bajaron los tipos de interés hasta el 3,75%. Tan solo tres meses en este caso.
Su última bajada de tipos de interés, antes del pico, la vimos en 2011 al calor de la crisis de deuda. En julio de ese año se subieron los tipos de interés hasta el 1,50%. Y cuatro meses más tarde, en noviembre, los tipos de interés se recortaron hasta el 1,25%.
Como vemos, en las últimas crisis el BCE ha tenido cierta celeridad en bajar los tipos de interés frente a su última subida. No obstante, la situación para esta autoridad monetaria es nueva, una inflación de dos dígitos que hay que frenar.