Las criptomonedas, el Bitcoin y compañía, son, de momento, una promesa. Prometen ser una moneda, pero lo cierto es que se comportan como un activo y prácticamente nadie las usa para pagos. Prometen ser un refugio ante la inflación y los comportamientos irresponsables de los Bancos Centrales pero lo cierto es que sus cotizaciones se correlan bastante con la de otros activos como la bolsa.
Sin embargo sí que existe un caso de uso actual, que no es una promesa. Un caso en el que ya tienen una utilidad práctica en los tiempos actuales, aunque desde luego no en occidente. Y es su uso como moneda de último recurso.
Países con monedas muy volátiles
Existen países donde la inflación es verdaderamente un problema. Países donde el 10% de España les parece un chollo. Países como Zimbawe (257%), Líbano (210%), Venezuela (167%), Turquía (78%) o Argentina (64%). En este tipo de países, donde los Bancos Centrales sí que han rebasado todos los límites de lo razonable, las criptomonedas pueden ser una alternativa real a las monedas locales.
En estos países las criptomonedas tienen una utilidad. Cambiar la moneda local por Bitcoin es una forma de proteger el patrimonio personal, además fuera del alcance de la capacidad confiscatoria de los Gobiernos locales. No hay que olvidar que normalmente si en un país la inflación es tan alta suele ser porque el Banco Central ya no es independiente y el Gobierno realmente ha pasado de ser un recaudador legítimo a una máquina de triturar los ahorros de las personas.
Y las criptomonedas permiten mantener el patrimonio fuera del circuito normal del dinero, fuera de la confiscación y protegido ante la devaluación de la moneda. Y esto incluso en una situación bajista como la que estamos viendo.
Bitcoin es rentable en Argentina incluso tras su debacle
Sí, es cierto, la caída de Bitcoin ha sido muy pronunciada en 2022. Según los últimos datos ha caído un poco más de un 50%. Y sin embargo de todos los países que he mencionado anteriormente (y hay alguno más en la lista) tienen una inflación superior al 60%. Es decir, inlcuso en las caídas tener Bitcoin era más rentable que poseer la moneda local. Y si somos estrictos, en el último año Bitcoin «solo» ha caído un 41%, así que la rentabilidad es más que superior.
Esta es, de momento, la verdadera aplicación de Bitcoin y el resto de criptomonedas. Poder usarse de moneda de último recurso ante un estado fallido que no es capaz de mantener a flote su moneda. Y en casos extremos es posible sacar todo el patrimonio del país simplemente memorizando una serie de palabras clave para desbloquear el wallet. ¿Qué otro activo permite eso?