«si-de-verdad-quieres-darle-un-giro-a-tu-situacion-financiera-no-lo-vas-a-conseguir-conduciendo-a-puntita-de-gas-para-no-gastar-gasoil».-entrevista-a-nudista-investor

«Si de verdad quieres darle un giro a tu situación financiera no lo vas a conseguir conduciendo a puntita de gas para no gastar gasoil». Entrevista a Nudista Investor

Nudista Investor empezó a destacar en Twitter debido a su transparencia financiera (de ahí su nombre) y desde entonces ha logrado tener más de 15.000 suscriptores en su Newsletter y varios miles en su membresía de pago. Todo esto hablando de finanzas personales y negocios en Internet.

En esta entrevista charlamos de sus inicios, de cómo usar el dinero para llevar una buena vida y, sobre todo, de negocios online, uno de sus temas estrella. Su estilo directo no dejará indiferente a nadie.

Pone en tu cuenta de Twitter que te uniste a la red en enero
de 2020. ¿Cuál era tu objetivo entonces? ¿Tenías pensado
desde el principio monetizar?

Si en enero de 2020 me hubiesen dicho que podía ganar dinero con una cuenta de Twitter me habría echado a reír. Cuando creé esa cuenta tenía dos objetivos, y ninguno era monetizar.

En primer lugar, quería divertirme hablando sin tapujos sobre temas de dinero.

El dinero suele ser un tema tabú del que se habla de forma muy “seria”, con muchos tecnicismos y demasiadas palabras grandilocuentes (muchas más de las necesarias). A mí me apetecía darle un enfoque distinto. Ni mejor ni peor, simplemente distinto. Menos discurso enlatado y más charla amistosa como si estuviera con colegas tomando una cerveza en la barra del bar.

El segundo objetivo era hacer porno financiero.

El dinero no es lo único importante

Se me ocurrió la idea, quizás absurda, de exponer públicamente mis ingresos mensuales, mis gastos, la evolución de mis negocios… todas esas cosas que siempre nos guardamos para nosotros. Creí que si hacía esto adquiriría un mayor grado de compromiso conmigo mismo.

La monetización vino después. Fue una consecuencia inesperada.

En tus tweets y newsletters hablas principalmente de control de gastos, inversión y ganar más dinero. ¿Cuál es la verdadera clave de llevar una vida buena?

Para mí, una buena vida es el resultado de optimizar tres variables:

  • Tener buena salud.
  • Mantener buenas relaciones con las personas de tu entorno.
  • Tener más dinero del que quieres gastar.

Si uno de estos tres pilares se resiente, se nos cae el chiringuito y nuestros niveles de felicidad se desploman.

Piénsalo.

Un problema más o menos serio de salud o una ruptura con tu pareja (o, incluso, con un familiar/amigo cercano) podría poner patas arriba tu estilo de vida actual.

Curiosamente, pese a que estas dos variables tienen un fuerte impacto en nuestra calidad de vida, la mayoría de la gente las ignora (yo el primero).

Pasarte los mejores años de tu vida como un lonchafinista no me parece un buen plan

Cuando hablamos de control de gastos, de inversión y de aumentar ingresos nos estamos centrando únicamente en la tercera variable: tener más dinero. Sin embargo, el dinero no es lo único importante.

Pero, cuidado, que nadie se confunda con esto. Para tener una buena vida también necesitas dinero. Sin dinero no hay paraíso.

Te puede gustar más o menos, puedes estar de acuerdo o no, pero el dinero te va a acompañar hasta tu maldito lecho de muerte. Tu relación con él va a ser tan larga como lo sea tu vida. Pocas cosas vas a encontrar en esta vida con una garantía tan consistente.

Muchos de los exponentes del movimiento FIRE insisten en controlar los gastos y la inversión, pero tú enfocas mucho en aumentar ingresos. ¿Es posible? ¿Todo el mundo puede hacerlo?

Controlar tus gastos e invertir es fundamental si quieres alcanzar la independencia financiera, pero no es suficiente.

Doblegar tus deudas, apuntar todos tus gastos, llegar desahogado a final de mes e invertir un poco, lo que sobra, está muy bien, no se ve en todas las casas, pero es jugar a empatar.

Pasarte los mejores años de tu vida como un lonchafinista no me parece un buen plan. El ahorro extremo te va a dar unos eurillos extras al mes, pero no va a resolver ninguno de los problemas económicos que tienes de fondo.

Cada vez que admito suscripciones se suscriben alrededor de 1.500 personas

Si de verdad quieres darle un giro de 180 grados a tu situación financiera, no lo vas a conseguir conduciendo a puntita de gas para no gastar gasoil ni sacándole un 6% anual a los 300 euros que inviertes cada mes en indexados.

No te engañes, necesitas mejorar tus ingresos. Sí, tus ingresos. Debes mantener a raya tus gastos, ahorrar e invertir, pero tienes que poner el foco en mejorar tus fuentes de ingresos.

El cómo ya es otra cosa. Es subjetivo. Cada persona debe encontrar su forma.

Lo que sí puedo decirte es cuál es, en mi sesgadísima opinión, el lugar con más posibilidades para conseguirlo: Internet.

¿Te esperabas el éxito de la membresía? ¿Qué das a cambio de la suscripción?

Ni de coña. Cuando creé la membresía sólo intentaba darle un poco de valor a mi tiempo.

Hasta ese momento escribía hilos en Twitter y enviaba textos tochos sobre finanzas y negocios online a los suscriptores de mi newsletter de Substack, pero todo eso lo hacía a cambio de nada.

Bueno, de nada, no. Lo hacía a cambio de mi tiempo.

Escribir y maquetar una newsletter me llevaba no menos de 4 o 5 horas. Ese tiempo se lo tenía que robar a mi mujer, a mis hijos e incluso a mí mismo.

No era sostenible.

Así que decidí crear una membresía y ponerle una pasarela de pagos. Esto me permitía ir a medias con mis suscriptores: yo creaba contenidos y ellos pagaban una cantidad ridícula de dinero para poder consumirlos, y todos contentos.

Lo que jamás me habría imaginado es que miles de personas estuvieran dispuestas a pagar por esos contenidos. Miles. Cada vez que admito suscripciones se suscriben alrededor de 1.500 personas. Es muy loco. Nunca lo habría imaginado.

En cuanto a la segunda pregunta…

Lo que ofrezco a cambio de la suscripción es sencillo: herramientas que ayudan a mis suscriptores a tomar el control de su dinero.

Soy capaz de meterme en el barro si sé que podré dormir tranquilo por las noches.

¿Necesitas un sistema de trabajo que te ayude a ahorrar más? ¿Quieres mejorar tu educación financiera? ¿Te gustaría aprender a invertir tus ahorros? ¿Te interesan los negocios online? En definitiva, ¿quieres tomar de una vez por todas el control de tu dinero?

Mi membresía va de eso.

Te ayuda a poner orden en tus finanzas personales para que, en última instancia, puedas alcanzar el f***ck you money.

Todo esto sin levantar los pies de la tierra. Sin intentar cambiarle la vida a nadie. Sin historias raras y sin humo. Con sentido común. De adulto a adulto.

Los negocios online parecen una buena oportunidad pero sigue habiendo barreras de entrada (mucha competencia, adquisición de conocimientos…). ¿Por qué crees que, aún así, es una buena manera de ganar dinero?

Hoy en día hay dos formas de emprender: o bien lo haces en el mundo físico (son los negocios de toda la vida) o bien te vas a Internet.

En mi caso, que soy un viejoven de casi 40 tacos, con dos churumbeles a mi cargo... pues la verdad es que no me veo montando un negocio físico.

Solo pensarlo me da ansiedad.

Cualquier persona que quiera vivir de Internet debe entender que en el mundo online todo cambia muy rápido

Lo montas con toda tu ilusión, haces un desembolso económico fuerte (quizás con un préstamo), te peleas con un montón de gente para poner a punto el local, compras los productos, te das de alta como autónomo, burocracia nivel Dios con el ayuntamiento para que todo esté legal…

...y en tres meses tienes que cerrar porque nadie llama a tu puerta.

La sensación es de fracaso, de desilusión, de desengaño, de frustración... ¿Decenas de miles de euros en juego, muchas horas de trabajo e innumerables quebraderos de cabeza para que todo se vaya a tomar por saco a la primera de cambio?

Llámame cobarde, pero no lo veo. Que puede salir bien, por supuesto, pero yo no me veo ahí.

Cuando se trata de emprender, solo soy capaz de meterme en el barro si sé que podré dormir tranquilo por las noches.

Me gustan los negocios sencillos, sin papeleos, con desembolsos económicos bajos, sin equipo detrás, sin infraestructura física, sin socios, sin empleados, en los que podrás iterar cuando las cosas se pongan feas...

Ni soy informático ni nada que se le parezca, pero he visto que el único sitio en el que se da todo eso es en Internet.

No tienes que convencer al del ayuntamiento para que te apruebe un permiso, puedes vender a un tío o a trescientos mil tíos, y si un día te cansas y quieres hacer otra cosa, pues la haces.

Pintar un local son 3.000€; cambiar los colores a la web, 30 segundos. Y así todo.

Está claro que no hay fórmulas mágicas y que este tipo de negocios quizás no sea para todo el mundo, no te digo que no, pero en comparación con un negocio offline y todos sus quebraderos de cabeza, no tiene comparación.

En el pasado se ha visto que la gente que intenta vivir de negocios online ha pasado por las páginas de afiliados, luego al dropshipping, ahora a cursos online/infoproductos… ¿No existe un problema de “mercados quemados”? ¿Es sostenible crear negocios, exprimirlos y dejarlos morir para pasar al siguiente?

“Crear negocios, exprimirlos y dejarlos morir para pasar al siguiente”. Me ha encantado la frase. Has descrito las reglas del juego de los negocios online.

Mira, está claro que Internet avanza muy rápido. Las cosas suceden a una velocidad vertiginosa a la que ninguno de nosotros está acostumbrado.

Hace nada estábamos hablando por MSN, esquivando banners de colores por todos sitios y descargando pelis pirata con el ADSL de Terra. Hoy, sin embargo, llevamos en el bolsillo del pantalón vaquero un cacharro con más tecnología punta de la que tenía el Apolo 11 cuando pisó la Luna.

Y cuando no haces nada, ¿sabes lo que pasa? Pues nada, qué va a pasar

¿Qué pasará de aquí a 5 años? Nadie lo sabe. Es imposible.

Cualquier persona que quiera vivir de Internet debe entender que en el mundo online todo cambia muy rápido. Los modelos de negocio son volátiles. Lo que hoy da dinero a espuertas mañana podría no dar nada.

Aquí no hay plazas de funcionario ni ingresos asegurados de por vida. Se necesita una mentalidad muy particular para aceptar que cuando se trata de negocios online nada es para siempre.

Como te decía más arriba: son las reglas del juego. Si quieres ganar pasta en Internet tienes que aceptarlas.

¿Cuál crees que es el siguiente negocio que va a explotar en Internet?

Es imposible de saber.

Puedes buscar patrones y tratar de acertar con las tendencias del mercado, pero pretender dar justo en el clavo del próximo negocio de éxito es como salir ahí fuera a intentar capturar duendes y unicornios.

Todos los emprendedores online de éxito que conozco tuvieron un golpe de suerte con su negocio. Todos. Sin excepción. Pero, casualidades de la vida, ese golpe de suerte les pilló delante del ordenador. No estaban viendo la nueva serie de moda en Netflix ni matando zombies con la PlayStation 5. Estaban picando teclas frente al ordenador.

Por tanto, si quieres tener éxito con un proyecto online y ganar pasta, solo hay una fórmula que funciona: estar permanentemente ahí y hacer cosas, una tras otra.

No pienses en pelotazos. No esperes nada a cambio. Simplemente haz cosas. Y confía en que el interés compuesto (tan conocido cuando se trata de inversiones) aplica a todas las facetas de la vida, incluido los negocios.

Este discurso es poco romántico y muy difícil de vender, pero la gente debe entender que no hay recetas mágicas ni atajos. Solo constancia y trabajo duro.

No obstante, también te digo que la recompensa merece muchísimo la pena. No te hablo solo de dinero (que ya de por sí es una recompensa suficiente), sino de la sensación de perseguir al dinero.

Saber que está ahí fuera, esperándote, y que tú vas tras él. Con todo. La verdad es que es una sensación difícil de explicar, pero es cojonuda.

Te puede ir mejor o peor, pero joder, no te has quedado esperando a que te caiga del cielo. Te estás haciendo cargo de ti, y de los tuyos, y estás yendo a buscar la pasta. A mí esto me pone muchísimo.

La mayoría de la gente se justificará con excusas, pero la realidad es que no quieren molestarse y no hacen nada. Y cuando no haces nada, ¿sabes lo que pasa? Pues nada, qué va a pasar. No pasa una puta mierda, con perdón.

¿Te interesaría escribir de vez en cuando en estas páginas para contarnos tus puntos de vista?

Por supuesto. Será divertido.

Leer más
el-momento-de-la-verdad

El momento de la verdad

Llevo varias semanas con una muy intensa actividad profesional y personal. El fin del confinamiento ha reactivado algunos procesos internacionales que estaban funcionando al ralentí e iniciativas demoradas por razones evidentes. Movilizar lo que ya de por sí resultaba complejo y difícil se había convertido en misión casi imposible, en un mundo con las fronteras cerradas y con los países tratando de combatir la pandemia con mejor o peor fortuna.

Aquí en España, después del confinamiento, el regreso a una pretendida nueva normalidad adquiere la forma de un enorme interrogante. Superada la primera oleada del COVID-19 y bajo la espada de Damocles de un rebrote incierto en su alcance y dimensión, nuestra economía parece sostenida en un limbo artificial. Paseando por la calles de Madrid y alrededores, uno constata la cantidad de pequeños comercios cerrados, bastantes con carteles de "se traspasa" o "se alquila". Cafeterías y restaurantes van abriendo, pero no todos. Muchos las que daban servicio a trabajadores en polígonos industriales o edificios oficiales están ahora semivacíos. Las grandes superficies y centros comerciales parecen llevarlo un poco mejor, pero todo parece estar a medio gas.

Algunos de ustedes dirán que es normal; estamos en julio, hay que esperar, la gente ha adelantado las vacaciones, aunque luego el CIS nos dice que dos de cada tres españoles no las disfrutará este verano. Aquí, muchos analistas comparten la misma inquietud que expresaba John Müller en mi timeline de Twitter:

"No sé qué morfina nos están dando, pero en septiembre esto va a ser de órdago".

Banco De Espana Completo

Fuente: Banco de España

Nubarrones

El caso es que las previsiones a corto y medio plazo para la economía española no son halagüeñas. Todas las instituciones nacionales e internacionales coinciden en apuntar que España será uno de los países desarrollados más afectados económicamente por la pandemia. Es más, dichas previsiones se han ido ajustando a la baja con el transcurso de las semanas. En la peor de los escenarios del Banco de España (cuadro anterior), la caída del PIB sería del 15,1% en 2020, para ascender un 6,9% en 2021 y un 4% en 2022, con una tasa de paro que podría alcanzar el 23,6%. Las razones son evidentes:

"Los efectos del covid-19 estarían siendo asimétricos por países, no solo en cuanto a la severidad de los brotes epidémicos, sino también en términos de su impacto económico. en particular, españa se encuentra entre los países del área del euro que presumiblemente se verán más afectados, como resultado tanto de las medidas de confinamiento más estrictas desplegadas hasta el momento como también a consecuencia de algunas características estructurales de su economía. Por un lado, los servicios cuya prestación lleva aparejada una interacción social elevada, como los relacionados con el turismo, a los que la crisis ha perjudicado con especial intensidad, tienen un peso comparativamente más alto en la economía española. Por otro lado, dentro de su tejido societario es más elevada la proporción de empresas de tamaño reducido, que tienen más dificultades para acceder a herramientas efectivas con las que mitigar la disminución de liquidez originada por la caída de ingresos asociada a la pandemia y a las medidas para contenerla."

Aparte de lo indicado anteriormente, tampoco podemos olvidar el impacto en la industria automovilística española, una de las más dinámicas del mundo: 17 plantas productivas cerradas y más de 60.000 empleos suspendidos durante el confinamiento. Turismo,hostelería y automóvil, precisamente los sectores más afectados, suponen en conjunto alrededor del 25% del PIB nacional.

Pero no sólo es el Banco de España quien prevé un grave deterioro de nuestra economía. Esta misma semana, la Comisión Europea ha advertido que el impacto económico de la pandemia está siendo más severo de lo esperado, y ha empeorado sus previsiones de crecimiento para la Unión Europea, incluyendo España, para la que proyecta una caída del 10,9% este año (frente al 9,4% estimado en primavera), segundo país europeo más golpeado tras Italia. Para el conjunto de la Unión, el desplome sería del 8,3% (8,7% en la zona euro).

Map Forecast Summer

Fuente: Comisión Europea

Para redondear este cúmulo de negatividades, el mismo día que la Comisión actualizaba sus previsiones, la OCDE estimaba que, pese a los ERTE, el mercado laboral español será también uno de los más castigados por el Covid, con un 19,2% de paro a final de año, que podría llegar al 20,1% en caso de rebrote.

"Además de los despidos, y a pesar de las medidas adoptadas para regularlos, una notable reducción en la actividad de contratación desempeñó un papel clave en el aumento del desempleo. Como en la mayoría de los países de la OCDE, los contratos temporales no se renovaron y la contratación se congeló durante el cierre."

Ocde

Fuente: OCDE

En definitiva, parece que pintan bastos para nuestra economía. No obstante, estamos hablando de previsiones, que en un entorno de incertidumbre como el actual pueden acertar o desviarse de manera estrepitosa. Para contrastar su solidez, debemos preguntarnos: ¿qué nos cuentan los indicadores que vamos conociendo durante estas últimas semanas?

Indicios

Como señalaba también el Banco de España en sus proyecciones macroeconómicas, existe incertidumbre sobre que el retorno a la actividad tras superar lo peor de crisis sanitaria no lleve aparejado, de forma paralela, una restauración completa de la economía a su estado previo a la crisis:

"Estos daños persistentes podrían provenir, por ejemplo, de la posibilidad de que las medidas introducidas para otorgar liquidez a las empresas no logren evitar la insolvencia de una parte de ellas o de que la pérdida de ingresos de estos agentes durante la fase más aguda de la crisis se traduzca en un menor volumen de recursos para afrontar sus inversiones. estas eventualidades darían pie a pérdidas de empleo, conducentes probablemente a la aparición de un componente significativo de paro de larga duración, con la consiguiente pérdida de empleabilidad de algunos trabajadores."

Ayer mismo, el ministro Escrivá compartía unos datos relevantes en su cuenta de Twitter: desde los máximos habidos en mayo han regresado al trabajo el 60% de trabajadores en ERTE. Con mucha prudencia, el ministro añadía que la traslación de esos datos como foto realista de la recuperación económica no es "totalmente directa".

Erte

Dicha reactivación, puntualizaba el ministro, tiene además un carácter marcadamente sectorial. Hay actividades económicas donde se supera el 75% (construcción especializada, actividades sanitarias, venta y reparación vehículos) y otras que no llegan al 20% (servicios alojamiento, trasporte aéreo, agencias de viaje), algunas de ellas con un peso significativo en el total de ERTES:

Erte2

Aunque los datos anteriores se presentan con un sano (y necesario) cariz optimista, no deja de resultar inquietante que abordemos el verano con estos números. El primer semestre de 2020 nos ha dejado en una situación de vulnerabilidad extraordinaria. Es duro expresarlo, pero aún no tenemos indicios claros de que las empresas que han conseguido retomar la actividad puedan hacerlo con una entidad suficiente que garantice su supervivencia o un nivel de empleo similar al anterior de la pandemia. No podemos tampoco descartar que cuando el Estado deje de pagar las cotizaciones en septiembre u octubre, muchos de los ERTE actuales se vayan a transformar en ERE. Siguiendo a Pedro Lalanda, un optimista confeso, resulta muy difícil la supervivencia mayoritaria de un tejido empresarial compuesto en un 99,9% por PYMES (hasta 250 empleados), que en su mayoría son micro (hasta 10). A finales de marzo, el 40% de las empresas españolas estaba en pérdidas y la rentabilidad del conjunto del tejido productivo privado se había hundido a la mitad en apenas dos semanas de confinamiento. Y ello sin contar con los autónomos, sumidos también en una crisis sin precedentes.

Para sobrevivir, empresas y Administraciones Públicas se han sostenido en estos meses a base de endeudamiento, con las implicaciones que ello tiene para el futuro. En el ámbito público, se descartan por ahora rebajas de rating en la deuda soberana española, lo que al menos nos permitirá un "cómodo acceso" al mercado el resto del año.

Deuda

Fuente: diario Expansión

A su vez, y según indicaba recientemente BBVA Research, el repunte de la incertidumbre, materializado en un empeoramiento de las expectativas de los hogares sobre la situación económica, impulsará la tasa de ahorro a registros de comienzos de la década de los 90. Una tendencia que ya empezamos a advertir con los datos reales, como apunta el siguiente gráfico de Combarro, compañero de reflexiones económicas en Thinknomics. Y sin consumo, no hay repunte económico que valga.

Ahorro

En este sentido, Combarro está efectuando en su timeline un seguimiento gráfico minucioso de las constantes vitales de nuestra economía (actividad empresarial, transporte, comercio, cuentas públicas, etc.), que nos recomiendan ser extremandamente prudentes a la hora de lanzar campanas al vuelo. Especialmente preocupantes son los datos relativos a nuestras cuentas públicas que, al cierre de abril, muestran una notable caída en la recaudación impositiva y una importante subida de gastos. El déficit público en abril 2019 fue del -0.54% PIB; en abril de 2020 alcanzó un -2.15% del PIB. Y aún nos quedaban dos meses de confinamiento:

Deficit

Fuente: Combarro

Los gráficos sobre ingresos y gastos públicos no requieren más explicación:

Ingresos Gastos

Fuente: Combarro

Y no digamos la evolución de los ingresos tributarios:

Ingresos Tributarios

Fuente: Combarro

Este difícil panorama puede complicarse todavía más, como ya expliqué en una de mis anteriores entradas, si no conseguimos sincronizar la curva sanitaria con la económica, y ello pasa por tener un sistema rodado y efectivo para testar, trazar y proteger. Ya no digo la vacuna, que puede tardar meses. Hay que evitar a toda costa que los rebrotes epidémicos, que estamos viendo despuntar y pueden acrecentarse después del verano, nos conduzcan a otro confinamiento masivo, lo que supondría una catástrofe sin paliativos para nuestra economía.

Uci

El estado del enfermo

Podríamos abundar en el escenario anterior, proporcionando más datos de seguimiento, pero creemos que son lo suficientemente indicativos para afirmar que el símil sugerido con por John Müller no andaba desencaminado: nuestra economía es como un enfermo grave, sostenido en la actualidad por un soporte vital avanzado con tratamiento de antibióticos y opiáceos para el dolor (ERTES, deuda, planes de ayuda, avales, subvenciones...). Su desconexión de la máquina en otoño resulta una icertidumbre: no tenemos todavía garantías sólidas de que el enfermo pueda valerse entonces por sí mismo sin ayudas adicionales, ni de que estemos en condiciones de suministrárselas por nosotros mismos en las cantidades requeridas, dado el deterioro de las cuentas públicas. No creo que afirmar tal cosa sea derrotismo, sino fidelidad a unos hechos que se imponen a los buenos deseos.

El momento de la verdad se acerca inexorablemente; de nosotros dependerá la mejor forma de afrontarla. Y aquí en donde entran, por un lado, Europa y su fondo de recuperación, y por otro, nuestra voluntad de ser proactivos en las imprescindibles reformas que necesitará nuestro sistema económico. Pero eso es otra historia, sobre la que escribiremos más adelante.

Hasta entonces, permanezcan atentos, infórmense bien y mantengan el sentido crítico afilado. Never surrender, queridos lectores.

Leer más
¿de-verdad-#salimosmasfuertes?-los-datos-indican-lo-contrario

¿De verdad #SalimosMásFuertes? Los datos indican lo contrario

El Gobierno ha estado comprando las portadas de los principales medios de comunicación de prensa escrita, lanzando un mensaje: #SalimosMásFuertes. Un lema que forma parte de la propaganda del Gobierno de PSOE-UP pagado por el contribuyente.

Pura propaganda como vimos recientemente con el CIS hace una semana, en el que se apuntaba que un 70% de los encuestados estaría satisfecho con su economía personal. Un incremento debido a que en el mes de abril el número de satisfechos era del 69% y en marzo de solo el 35,8%.

Lo peor de todo no es que estos mensajes estén financiados por el contribuyente, sino que se financia una mentira.

No, no salimos más fuertes... No solo porque el número de casos o muertes relativo a la población nos posiciona entre los países líderes mundiales, sino que tenemos los peores datos económicos en décadas y las previsiones económicas para este año, se encuentran entre las peores entre los países desarrollados.

Coronavirus Data Explorer 4

Por ello, vamos a señalar los diferentes datos económicos que demuestran cómo se ha hundido la economía española, un hecho estrechamente vinculado a la gestión del propio Gobierno durante la crisis.

Contracción económica del 9,5%

En primer lugar, se prevé que debido a las estrictas medidas de confinamiento aplicadas en España en respuesta al brote, den lugar a una contracción económica sin precedentes. Unas medidas que fueron aplicadas como mecanismo de última instancia ante la incompetencia de ejecutar medidas de prevención al igual que hicieron países como Alemania o Corea del Sur y que permitieron poner freno a la expansión del coronavirus.

Al inicio de este año se esperaba que la economía española creciera un 1,6% del PIB. Si contextualizamos esta previsión, había sido revisada a la baja mientras que el resto de previsiones de los países desarrollados se habían revisado a la alza ante una expectativa de mayor crecimiento de la economía global. Por lo tanto, ya partimos de una situación de debilidad relativa.

Los indicadores de enero y febrero apuntaban a un ritmo de crecimiento sin cambios en comparación con el último trimestre de 2019. Sin embargo, el grave brote de la pandemia en el país a principios de marzo, dio lugar a estrictas medidas de confinamiento, que culminaron con la suspensión de todas las actividades no esenciales durante dos semanas.

Si tomamos como hipótesis un levantamiento gradual y selectivo de las restricciones más severas a partir de mediados de mayo, que es la hipótesis contemplada por la Comisión Europea, se espera que la economía experimente una contracción aún más pronunciada en el segundo trimestre, antes de experimentar un fuerte repunte en el segundo semestre de 2020 a medida que se reanude gradualmente la actividad.

Para el año en su conjunto, se prevé que el PIB disminuya en casi un 9,4%. El segundo peor dato de crecimiento económico dentro de las economías desarrolladas solo superado por Italia.

Screenshot 20200525 213500 Adobe Acrobat

En otras palabras, entre una previsión y otra existe una distancia de diez puntos de crecimiento que se han evaporado y lideramos los peores puestos de crecimiento global.

¿Un desempleo del 34%?

El mercado laboral ha sido históricamente un problema para la economía española con un desempleo estructural del 17%. Si bien la última reforma laboral mejoró sustancialmente los datos de crecimiento del empleo y ligeramente el problema de precariedad, la crisis y la incertidumbre que está trasladando el actual Gobierno, hacen que el futuro del desempleo sea muy oscuro.

Con el Estado de Alarma, muchas empresas han utilizado la figura de los ERTEs para rebajar temporalmente su estructura de costes laborales. La finalidad de esta figura es que se puedan limitar la pérdida de puestos de trabajo y apoyar los ingresos de los hogares durante la etapa de recesión.

No obstante, la utilización generalizada de esos planes no ha impedido una rápida caída del empleo, que afecta en particular a los trabajadores temporales.

Se prevé que la tasa de desempleo aumente rápidamente hasta situarse por encima del 20% al finalizar el año, lo que amplificará la conmoción de la economía. Si sumamos los casi cuatro millones de desempleados a los tres millones afectados por el ERTE, iríamos a un desempleo del 34%.

Screenshot 20200525 204202 Adobe Acrobat

Es un absurdo tratar de comunicar a la población que salimos más fuertes con este nivel de datos en el mercado laboral y justo después de experimentar el peor mes de abril del histórico, con un incremento de 282.891 desempleados.

Screenshot 20200525 204600 Adobe Acrobat

Se espera que la recuperación del mercado laboral sea más lenta en medio de una gran incertidumbre, la debilidad de los balances de las empresas y el impacto desproporcionado de la crisis en los sectores de gran intensidad de mano de obra, como el comercio minorista y la hostelería.

No era suficiente el drama del mercado laboral que se está viviendo... el gobierno lanzó un pacto (seguidamente desmentido/matizado) con Bildu, que pretendía revertir toda la reforma laboral llevada a cabo en 2012 bajo el compromiso de la abstención para mantener el Estado de Alarma.

Un hecho que traslada una gran incertidumbre adicional a los agentes económicos que deberían de tener un escenario legislativo claro en materia laboral para poder reanudar la contratación, en la medida de lo posible.

El déficit desbocado al 10% del PIB

El Gobierno del PSOE ya cometió el error el año pasado en romper la senda de reducción del déficit e incrementarlo hasta el 2,8% del PIB. Aunque este error, viene tras una senda de déficits elevados que posicionaron a España como el país con mayor desequilibrio presupuestario dentro de la Unión Europea.

Por lo tanto, la situación de partida ya era negativa... pero es que en este año, se espera que la recepción tengo un impacto sustancial contra las finanzas públicas del Gobierno junto la previsión es que la contracción de las bases impositivas lleve consigo a una importante disminución de los ingresos públicos, mientras que el incremento del desempleo y el uso generalizado de los ERTEs deberían llevar a grandes incrementos de transferencias sociales.

Si miramos el lado de los gastos vemos un claro incremento. Tenemos que aquellos relacionados con la atención sanitaria se han incrementado sustancialmente, pero, a ellos, debemos añadir los incrementos de las pensiones, los salarios de los empleados públicos que fueron aprobados a principios del año... Una aprobación sin Presupuestos Generales del Estado en mano.

Por todo ello, según las previsiones actuales, deberíamos acercarnos a un déficit del 10% del PIB al finalizar 2020, aunque después podría reducirse hasta el 7% debido a la no aplicación de partidas extraordinarias como la atención sanitaria por su enfoque temporal durante la crisis del COVID-19.

Debido al gran déficit público y a la grave contracción del PIB, se prevé que la relación entre la deuda pública y el PIB aumente en unos 20 puntos porcentuales, del 95% en 2019 a casi el 116% en 2020, antes de disminuir a alrededor del 114% en 2021.

Leer más

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies