Las materias primas están subiendo con fuerza en lo que llevamos de año. Es uno de los síntomas que apuntan a la recuperación económica y a la también temida inflación, que parece que esta vez sí que va a llegarnos. Y algún inversor podría pensar, por tanto, que, aunque rentabilidades pasadas no aseguran las futuras, invertir en materias primas podría ser una buena estrategia.
Sin embargo las materias primas tienen un problema, y es su almacenamiento. Comprar un barril de petróleo para venderlo más caro no suena muy atractivo si no tenemos sitio donde guardarlo. Y lo mismo con el arroz, el café, el azúcar o el acero. Pero existen formas de invertir en materias primas sin necesidad de almacenar los productos.
Invertir en productores
Una primera manera de invertir en materias primas es de forma indirecta. En lugar de invertir directamente en las materias primas, invertir en sus productores, empresas que se van a ver fuertemente beneficiadas si los precios de las mismas siguen subiendo con fuerza.
Aquí hay muchas opciones. Si queremos invertir en petróleo, se puede invertir en petroleras. Si queremos invertir en oro, en minas. Y así un largo etcétera. Lo ideal, claro está, es buscar no solamente empresas que tengan mucha exposición al precio de la materia prima sino que además sean empresas destacadas del sector.
Una empresa de buena calidad dentro del sector subirá con más fuerza en el caso de que a las materias primas les vaya bien. Y por tanto esta estrategia de inversión no solo requiere decidir en qué materia prima hay que invertir sino también realizar un análisis de las cuentas de las empresas.
Invertir en ETFs
Otra forma de invertir en materias primas es mediante una exposición a un índice que siga la evolución de las materias primas. Aquí lo bueno es que se puede elegir un índice general que tenga una buena diversificación: estos índices tienen una buena cesta de materias primas.
Y he aquí donde está la gracia: todo lo que sea un índice puede ser replicado por un ETF, un fondo cotizado, que permite una inversión sencilla como si fuera una simple acción de una empresa. Normalmente el mercado de ETFs es más variado en EEUU pero en la actualidad hay múltiples plataformas de inversión accesibles desde España que permiten invertir en ETFs de EEUU.
Por tanto lo primero es elegir un índice con el que estemos cómodos (por ejemplo el Bloomberg Commodity Index Total Return) y después un ETF que lo replique (y hay unos cuantos). Invertir en materias primas de una forma fácil y sin necesidad de almacenar barriles de petróleo en el garaje.
Invertir en derivados
Otra opción si queremos ir a por una materia prima en concreto y los índices ofrecen una diversificación no deseada es apostar por los derivados. Los derivados son un producto financiero cuyo precio se basa en el precio de otro activo.
Los derivados financieros tienen su peligro y por tanto solo hay que invertir conociendo muy bien su funcionamiento. Por ejemplo, los futuros permiten invertir en materias primas pero tienen fecha de vencimiento. Y una vez venzan, las pérdidas pueden ser ilimitadas.
Dentro de los derivados hay que escoger primero el tipo de derivados a invertir (futuros, opciones, CDFs…), entender bien su funcionamiento, calcular las posibles ganancias o pérdidas e invertir. Normalmente son productos muy arriesgados pero son una forma bastante cómoda de tener exposición a las materias primas. Y como antes, al igual que la inversión en ETFs, cada vez es más sencillo vía brokers online.