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Dividendo extraordinario de Sabadell: condiciones, fechas e impacto

Dividendo extraordinario de Sabadell

El Banco Sabadell mantiene en la hoja de ruta el dividendo extraordinario de 2.500 millones vinculado a la venta de su filial británica TSB a Santander. BBVA, que ha reiterado que no alterará este compromiso, recuerda que la operación supone un hito relevante para los accionistas del Sabadell en un contexto de cambios accionariales.

Aunque el pago está previsto una vez se cierre la transacción —objetivo situado para el final del primer trimestre de 2026—, el folleto de la OPA introduce un matiz importante: el reparto sigue sujeto a la consumación de la venta de TSB. La decisión de impulsarlo se tomó en julio y fue ratificada por la junta extraordinaria de Sabadell a comienzos de agosto.

¿Qué se ha aprobado exactamente y a quién beneficia?

Lo acordado por el banco catalán contempla un pago extraordinario a sus accionistas por 2.500 millones de euros, que se ejecutará tras el cierre de la desinversión de TSB. Si en ese momento BBVA es accionista de referencia, también se verá beneficiado por este dividendo.

Este diseño responde a una lógica financiera clara: monetizar la venta de activos y trasladar ese excedente a los propietarios del capital. En ese escenario, BBVA como accionista recibiría su parte, contribuyendo de paso al refuerzo de sus métricas de solvencia.

Condiciones y calendario del reparto

El propio folleto de la oferta pública advierte que, no hay certeza absoluta de que el dividendo se distribuya si no se materializa la venta de TSB. El pago depende por completo del cierre efectivo de esa transacción.

La intención —salvo cambios regulatorios o de calendario— es ejecutar el reparto una vez culminada la operación, con un horizonte situado en el cierre del 1T de 2026. Es, por tanto, un plazo orientativo y condicionado a autorizaciones y trámites propios de una desinversión de este tamaño.

Efecto en la solvencia y el capital de BBVA

Según las estimaciones incluidas en la documentación de la oferta, si BBVA logra una aceptación total y recibe el dividendo, su ratio de capital CET1 mejoraría en aproximadamente 60 puntos básicos.

Ese impulso llevaría el CET1 de BBVA hasta el 13,60%, desde el 13,00% registrado a cierre de junio, ayudando a compensar los efectos de la operación y reforzando la capacidad de absorción de riesgos del grupo.

Política de remuneración: ¿qué hará BBVA con ese exceso?

Carlos Torres ha señalado que aún es prematuro decidir el uso específico del importe, aunque la política vigente del banco es clara: retornar a los accionistas cualquier exceso de capital por encima del 12% de CET1, además de distribuir entre el 40% y el 50% del beneficio anual.

En la práctica, el banco contempla dos vías principales para ese retorno: recompras de acciones y aprobaciones internas y externas. Cualquier decisión final quedará sujeta a las aprobaciones pertinentes, así como a las condiciones de mercado en el momento del cobro.

Con todo, la clave del proceso está en completar la venta de TSB y, en paralelo, en el grado de aceptación de la oferta sobre Sabadell, que condiciona el impacto agregado en el capital de BBVA. Por ahora, el dividendo extraordinario se mantiene en la agenda, con las cautelas habituales de una operación de esta envergadura.


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