Qué es la cuota cero de autónomos de Madrid que ha anunciado Ayuso
Lo ha vuelto a hacer. Isabel Díaz Ayuso sabe perfectamente cómo hacerse notar aún cuando la actualidad está tan plagada de noticias que no da mucho espacio a lo que no sea la muerte de Isabel II o la inflación. Pero lo ha conseguido.
Sabedora de que el próximo año de nuevo hay elecciones a la Comunidad de Madrid, la presidenta ha dado un golpe sobre la mesa con una serie de nuevas medidas para afianzar su puesto y a sus votantes en un contexto de crisis económica.
Un plan de vivienda asequible para los menores de 35 años, más sueldo para los profesores, ayudas a la gestación para mujeres de más de 40 años, novedades fiscales y...voila, una cuota cero para los autónomos durante un año.
Los autónomos, un colectivo bastante desprotegido en nuestro país, donde se paga más cuota que en ningún otro de Europa y con el que el Gobierno de la nación ha tenido pocos miramientos. Pues ella ha querido hacerse con su favor con una medida que vamos a analizar para ver si realmente es eficaz para estos.
Pan para hoy, hambre para mañana
En concreto, esta cuota cero será para los nuevos autónomos que emprendan en la Comunidad de Madrid y se extenderá durante un año. Además, se podrá prorrogar durante un segundo año si los ingresos mensuales no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que es actualmente de 1.000 euros.
Así, estos nuevos emprendedores tendrán como dos años de gracia para poder poner en marcha sus negocios sin tener encima la espada de Damocles de la cuota mensual. No olvidemos que, con carácter general, esta cuota es de 50 años el primer año, pero luego pega un subidón hasta alrededor de 300 euros.
Evidentemente, es una medida buena para los que se aventuren a montar un negocio, pero se trata de algo muy temporal y engañoso. Porque de nuevo estos emprendedores tendrán que pasar de 0 a 100 en cuanto empiecen a ganar algo de dinero con su empresa, lo que dificulta el proyecto a medio y largo plazo.
Porque precisamente es al año o los dos años cuando el negocio empieza a dar rendimientos, y si es en ese momento cuando se les aplica la cuota general, se trata de una dificultad añadida a las famosas declaraciones trimestrales de IVA.
Por lo tanto, puede ser contraproducente. Porque se pasa de la nada al todo, de una cuota inexistente a una bastante elevada, desconfigurando los presupuestos y planes de estos autónomos.
Así que, en lugar de medidas populistas de este tipo, lo que los autónomos realmente necesitan son unas cuotas realistas, similares a las del resto de Europa y que no vayan cambiado cada uno o dos años. El hecho de que haya elecciones no debería trastocar la ya complicada vida de los pequeños negocios, que hacen malabares para sobrevivir en un entorno muy hostil ahora mismo.