Tipos de emprendimiento social (y algunos ejemplos)
Un emprendimiento social es un proyecto que trata de generar un impacto positivo en la sociedad, primando esta cuestión por encima de la rentabilidad. Descubre qué tipos existen y algunos consejos para ponerlos en marcha.
- El término de “emprendimiento social” fue acuñado por primera vez por Bill Drayton en 1981.
- Existen diferentes tipos de emprendimiento social, en función de su ámbito de actuación, sector u objetivo principal. ¡Conócelos todos!
Un emprendimiento social es aquel proyecto que busca generar un impacto positivo en la sociedad. ¿Cómo? Tratando de dar visibilidad y planteando soluciones a problemas sociales y medioambientales, principalmente. No está reñido con la rentabilidad empresarial (imprescindible para que cualquier proyecto pueda crecer). Pero sí prima valores de sostenibilidad, responsabilidad social y respeto al medio ambiente, en mayor medida que otros modelos de negocio.
El término “emprendedor social”, como tal, lo acuñó en el año 1981 Bill Drayton. Tras un viaje a la India, Drayton se dio cuenta de la necesidad de resolver problemas sociales desde una base empresarial. Al volver de este viaje, comenzó a buscar personas con este ímpetu emprendedor pero, al mismo tiempo, social. Para conectarlos entre sí y que trataran de resolver los problemas más importantes de la sociedad actual. Ganó el premio Príncipe de Asturias de cooperación internacional en el año 2011.
Objetivos de los emprendimientos sociales
El principal objetivo de una empresa social es transformar la realidad para convertirla en una más justa. También persigue un reconocimiento social de un determinado problema. Aumentar su visibilidad.
En ese sentido, es importante destacar que no todas las empresas que realizan este tipo de emprendimiento son sin ánimo de lucro. Existen empresas sociales que sí tienen fines comerciales. Por lo que otro objetivo de un emprendimiento social puede ser la búsqueda de rendimiento económico.
El asociacionismo es un tercer objetivo de este tipo de emprendimientos. Al primar la parte social dentro de sus modelos de negocio, es común buscar sinergias que permitan alcanzar objetivos ahorrando costes.
Características de un emprendimiento social
Un emprendimiento social lo puede llevar a cabo un emprendedor o una empresa tradicional en la que se comercialicen productos o servicios.
Pero en estos casos, el objetivo principal será solucionar los problemas a los que se enfrenta la sociedad: el hambre, las desigualdades, la exclusión social, la educación, la salud o el cambio climático, entre otros muchos. Esos productos o servicios tendrán que aportar una solución a alguna de estas circunstancias.
La principal diferencia con una política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es que esta última es realizada por empresas cuyo foco o modelo de negocio no tiene un carácter social.
En un emprendimiento social el eje central del negocio es la resolución de un problema que atañe a la sociedad. Si atajar y resolver la cuestión genera, además, beneficios económicos, permitirá perpetuar una actividad socialmente responsable a partir de sus propios recursos. Pero ganar dinero u obtener rentabilidad es consecuencia de la acción social en sí, y no al revés.
Los emprendedores sociales se encargan de proponer soluciones a los problemas planteados procurando ser innovadores en la metodología y las acciones a desarrollar.
Aquellas personas que se dedican a estos proyectos se involucran hasta el final. Son responsables y comprometidas. Se contagian entre ellos el entusiasmo y la inspiración para conseguir aportar soluciones a los conflictos o problemas planteados.
Tipos de emprendimiento social
Entre los emprendimientos sociales distinguimos varios tipos en función de su naturaleza, su meta o el alcance.
- De promoción: En este tipo de emprendimiento social el objetivo principal es difundir y divulgar estas ideas socioeconómicas o medioambientales. Es decir, dar a conocer los problemas y las posibles soluciones.
- Especializados: En este caso, se centra en un asunto en concreto. El fin de este tipo de emprendimiento social es difundir y solucionar un problema de un sector muy concreto.
- De acción local: En este caso, también se tratan problemas concretos y puntuales, pero más que difundirlos, se lucha por resolverlos actuando en las zonas donde se originan. Suelen acotarse a lugares y momentos determinados. Un ejemplo puede ser un tsunami y la recuperación de sus efectos catastróficos.
- De largo alcance: Este emprendimiento social aborda problemas que afectan a toda la humanidad.
Por otro lado, se pueden distinguir dos tipos de emprendimiento social si nos fijamos en el origen de su financiación. Es decir, de dónde procede el dinero para poder llevarlos a cabo.
En este sentido podemos diferenciar entre estas dos:
- Dependiente: Son proyectos financiados por instituciones ajenas al emprendedor o a la empresa. Pueden ser públicas o privadas y se encargan de subvencionar las acciones antes de que estas reciban ningún rendimiento.
- Independiente: Se autofinancian por la propia empresa a través de las acciones desarrolladas.
En definitiva, el emprendimiento social pretende conseguir un rendimiento económico derivado de las acciones o propuestas planteadas para solucionar un problema de corte social. No debemos perder de vista nunca la responsabilidad para con la sociedad que persigue nuestro proyecto.
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