Planificar las vacaciones en 2022 va a ser fundamental para que el gasto no se dispare: te ayudamos a hacerlo
Las vacaciones están a la vuelta de la esquina, si son de los afortunados que las disfrutan en los meses de verano. Pero este año se avecinan curvas. Porque la inflación está disparada, y las ofertas ya no son tan ofertas.
Vamos, que va a tocar aflojar el bolsillo, porque entre los precios de una cosa, los de la gasolina y demás, las vacaciones van a salir por un pico...o no. Todo depende de la planificación.
Y nosotros queremos ayudarles en esta tarea, ya que planificar es algo que nos gusta, y más en lo tocante al bolsillo. ¿Cómo no arruinarse en las vacaciones de 2022? Vamos a verlo.
Presupuesto, quieras o no
Es algo que en España no nos gusta mucho hacer, pero para este verano conviene que lo hagamos. Un presupuesto nos permite definir el gasto detalladamente y no tener sorpresas desagradables a la vuelta.
El presupuesto nos permite ver qué podemos gastar y en qué, pues es importante distribuirlo bien en función de nuestras preferencias. Hay gente que quiere viajar a un lugar exótico pero no destinar mucho al alojamiento y la comida, y otros es a la inversa.
Por ello, con el presupuesto va a poder asignar a cada cosa una cantidad para tener todo bien cubierto.
Es recomendable dejar siempre un fondo para imprevistos dentro de este presupuesto, porque siempre puede ocurrir. Que se rompe el coche, que cancelan un avión, que hay que coger otro hotel o comprar no sé qué cosa... Ese fondo debería suponer alrededor del 20% del presupuesto.
Coche, ¿sí o no?
En un contexto de precios históricos de la gasolina, muchos se hacen la gran pregunta: ¿salgo con mi coche este verano u opto por transporte público? La respuesta es: haga cuentas.
Si va a un destino fijo y de allí no se va a mover apenas, no dude en dejar el coche casa. Es posible que el transporte público sea una alternativa más asequible. Pero si lo que quiere es visitar diferentes lugares o hacer una ruta, tendrá que utilizar el vehículo particular.
Eso sí, intente repostar en gasolineras de interior (son más baratas) y planificar bien los desplazamientos para no tener un sobrecoste en carburante.
Hotel, hostal, Airbnb...
En un verano con todo tan caro conviene dedicar un rato para buscar el alojamiento. Todos los precios están más altos que hace un año, así que va a tener que precisar bien cuánto puede gastar en alojamiento y buscar las mejores opciones.
Como siempre, cuanto antes se haga esto, mejor. Los precios siempre están más baratos con antelación. Y, muy importante, contrate con reembolso, porque si finalmente cancela el viaje o encuentra algo que se ajuste más a sus necesidades, no pierde el dinero. Lo ideal es reservar con la posibilidad de pagar en el alojamiento y con cancelación gratuita (al menos hasta el día anterior a la llegada).
Tengo casa en la playa, ¿voy a ahorrar más?
Esta era siempre la opción más socorrida para pasar unas buenas vacaciones sin gastar mucho, pero nada lo garantiza este año en el que todo ha subido. Llenar la nevera le va a costar más y, además, los suministros también son más caros.
Conviene que antes de llegar revise bien los contratos de luz y energía, porque quizá pueda encontrar opciones mejores de la que tiene ahora. Es importante controlar el gasto también en esta segunda residencia, porque si no estamos atentos a los pequeños detalles, se nos puede poner más caro incluso que salir fuera.
Planifique bien las semanas que va a estar y si quiere que le queden pagadas las vacaciones, alquile el apartamento las semanas que no lo va a usar. Algo que hacen muchas personas con esta segunda residencia.
Controlar gastos en grupo
Y si el viaje es en grupo y cada uno paga lo suyo pero hay un fondo común, ahora tenemos multitud de aplicaciones para dividir y controlar esos gastos, porque luego siempre hay alguien que se escaquea y otro que pone de más.
Igualmente, aunque no se viaje en grupo, se pueden usar estas apps para controlar el gasto de uno mismo y llevar ahí el presupuesto.