España lidera las caídas del PIB en el segundo trimestre ¿se debe a su alto peso del turismo?
Ante el histórico y pésimo dato que hemos visto en el segundo trimestre de la contracción económica 18,5% que ha vivido de la economía española, se está tratando de justificar este dato argumentando que Estados Unidos está peor o que se debía al elevado peso del turismo sobre el PIB.
El Ministro de Consumo, Alberto Garzón, exponía en un tweet que Estados Unidos caía un 33% anual y, seguidamente, argumentaba "la cifra describe la dureza de este tiempo y obliga a poner en cuarentena a todos los que han querido ver la crisis económica española como nacional-específica".
En este tweet se produce una tergiversación de los datos, la economía estadounidense sí caía un 33% anualizado (traslación de la caída trimestral en los siguientes cuatro trimestres), pero el dato publicado por el INE se trataba de un dato de trimestre a trimestre (intertrimestral). El dato intertrimestral de Estados Unidos ha sido del 9,5%, prácticamente la mitad de la tasa de caída de la economía española.
Como veremos más adelante, obviamente la crisis económica no es nacional-específica, pero la gestión específica de los gobiernos nacionales sí ha influido notoriamente en las tasas de contracción en el segundo trimestre del año.
En una entrevista en La Vanguardia, la Ministra de Economía, Nadia Calviño, relataba que: "Las cifras han de ser acogidas con suma cautela. La pandemia ha tenido impacto en todo el mundo, pero las medidas necesarias para luchar contra ella han sido distintas y se han aplicado en momentos también diferentes. A eso se añade que hay economías, como la española, en las que pesan más los sectores más afectados por la pandemia, como el turismo y los servicios basados en las relaciones interpersonales".
Entonces, ¿a qué debemos de achacar la espectacular caída líder entre los países desarrollados? ¿el hundimiento está más vinculado a la gestión de la crisis por parte del gobierno de coalición PSOE-UP o por la propia estructura económica de nuestro PIB?
Si fuera de acuerdo a la estructura de nuestro PIB, consecuentemente, aquellos países que reflejaran un peso del turismo superior en su economía, habrían sufrido un desgaste superior al de España.
Según los datos de la OCDE, en el año 2018, el turismo representaba el 14,6% de la economía española. Sin embargo, dentro de Europa podemos observar diferentes países cuyo peso del turismo es mayor: Croacia (24,9%), Chipre (21,9%), Grecia (20,6%), Portugal (19,1%), Austria (15,4%) y Estonia (15,2%).
Hasta la fecha, no se han publicado todos los datos de los Estados Miembros sobre la evolución del PIB en el segundo trimestre de 2020, España (-18,5%) registró la mayor disminución en comparación con el trimestre anterior. Los países que han publicado y el turismo tiene un peso mayor, muestran contracciones menos severas: Portugal (-14,1%) y Austria (10,7%).
Italia que fue el foco principal en los inicios de la expansión del COVID-19 en Europa y que ostenta un alto peso del turismo en su economía (13,2% sobre el PIB), ha registrado una caída en el segundo trimestre del 12,4%, en línea de la estimación preliminar de la Eurozona (-12,1%).
Por lo tanto, el argumento del turismo no justifica plenamente el hundimiento de la economía. Si nos comparamos con Austria que tiene un peso del turismo sensiblemente superior al de España, nos separan cerca de ocho puntos de retroceso en el segundo trimestre del año. La distancia ya emergió en el primer trimestre, Austria se contraía un 2,4%, España el 5,2%.
La diferencia reside en la gestión de la crisis
Hasta la fecha, pocos gobiernos lo han hecho peor que el gobierno español de Pedro Sánchez. Y es que España ha sido uno de los países que ha registrado el mayor impacto de COVID-19 en el mundo, tanto en términos de casos como de muertes, durante la primera mitad de 2020. Actualmente España se encuentra sumergida en en segunda oleada de casos que se inició en julio.
El gobierno español confirmó el primer caso de coronavirus el 31 de enero en las Islas Canarias y los primeros casos positivos de coronavirus en el continente español llegaron el 26 de febrero en Madrid y Barcelona, pero Pedro Sánchez se negó a detener grandes eventos multitudinarios como partidos de fútbol y manifestaciones políticas. No fue hasta el 3 de marzo que el Ministerio de Sanidad y las CCAA recomendaron celebrar a puerta cerrada las competiciones deportivas masivas con equipos de zonas de riesgo.
Al mismo tiempo, no se puso medios para seguir al virus, algunos países, como Corea del Sur, Alemania o Austria, realizan cientos o incluso miles de pruebas para cada caso que encuentran de manera temprana. Por lo tanto, la tasa positiva de estos países es, incluso, inferior al 1%. Un dato interesante es que en pleno desarrollo del virus en España en el mes de abril (no se hacía un seguimiento previamente), el porcentaje de test positivos era del 25%, Alemania ya por esas fechas estaba por debajo del 5% y Austria alrededor del 1%.
La tardía e ineficiente reacción del gobierno llevó a que el número de casos se disparara y la oferta de camas de hospitales fue insuficiente para ofrecer respuesta (España solo un tercio de las camas de hospital per cápita proporcionadas por Austria o Alemania). Finalmente se saturó los hospitales y se necesitó un confinamiento rígido de gran parte de la economía vía estado de alarma, una medida estricta que ha provocado la peor caída del PIB en los registros del INE.