Cómo proteger nuestras inversiones ante un escenario de Guerra
En tiempos bélicos, puede aparecer una volatilidad acusada en el mercado según quiénes sean los participantes. Y no todos los perfiles de inversión gozan de la misma tolerancia ante los zigzagueos de los precios.
Si nos centramos en el actual conflicto de Rusia-Ucrania, lo primero que debemos señalar es que estos dos países representan el 2% del PIB global.
Debido al peso reducido de estas economías, no existen unos fundamentales de calado para preocuparnos por las valoraciones de nuestra cartera de inversión.
Además, las caídas en bolsa motivadas por los sucesos geopolíticos tienden a ser muy breves. Analizando la evolución de la bolsa estadounidense representada por el S&P500, después de los principales conflictos militares desarrollados desde 1945, los mercados tienden a caer la primera semana pero en catorce de los dieciocho episodios geopolíticos más importantes, ha tendido a subir en los tres meses siguientes con una media de rentabilidad del 2%.
A pesar de lo descrito, muchos de los inversores quieren protegerse de la volatilidad, así que señalaremos la estrategia de resignación de activos que tiende a funcionar en tiempos de Guerra.
Buscando el refugio
Los activos refugio clásicos lo hacen bien en este contexto. Hablamos de los títulos del tesoro estadounidense, el franco suizo, el yen, el oro y por supuesto el dólar estadounidense que parte con la perspectiva de que la Reserva Federal ha indicado que aumentará los tipos de interés en los próximos meses.
Pero, entre ellos, oro se ha convertido en la clase de activos con mejor rentabilidad hasta ahora en 2022, después de haber tenido una evolución inferior a la mayoría de los activos de riesgo el año pasado.
El metal cotiza por encima de los 1.900 dólares por onza en el mercado internacional, su nivel más alto desde junio de 2021. En las bolsas, el metal ha subido más del 6% en lo que va del año, frente a una caída del generalizada en los principales índices bursátiles a nivel mundial.
Pero también podemos enfocar la resignación de la cartera de inversión, desde el punto de vista de las características económicas de los protagonistas de la Guerra: Rusia suministra casi un tercio de la energía de Europa (40% de las importaciones de gas de la Unión Europea y el 30% de las de petróleo) y Ucrania exporta grandes cantidades de maíz, trigo y semillas oleaginosas.
El riesgo más significativo se centra en las interrupciones en el suministro y las materias primas pueden servir como una cobertura geopolítica eficaz para las carteras de inversión.
Las materias primas no solo ofrecerían rentabilidades relativamente altas frente a la inflación persistente que ya apretaba previamente el conflicto, sino que una posible restricción de la oferta también aumentaría el valor rápidamente y actuaria como cobertura, compensando una caída simultánea en las acciones.
Recordemos que el índice de materias primas de Bloomberg ha subido un 29% en el último año a medida que la inflación se afianzaba con el incremento de los precios energéticos. El conflicto sería un catalizador más para tensionar los precios de la energía.