Así son los despidos de las grandes tecnológicas
Las grandes empresas tecnológicas están en crisis. Y no solo hablamos de la evolución en bolsa, pues llevan perdiendo este año 811.000 millones de dólares de capitalización, sino que el crecimiento de los ingresos se ha hundido en el último año, lo que ha llevado a sus respectivas directivas a cuestionar si la dinámica de aumento de sus plantillas es la correcta.
Sucede que el incremento de los tipos de interés tiende a perjudicar las acciones de crecimiento y, más específicamente, las acciones tecnológicas debido a su alta relación precio-beneficios y con dividendos más bien escasos.
Tipos más altos pueden ralentizar los flujos de efectivo esperados de las empresas y obstaculizar su reinversión en innovación y perspectivas de crecimiento, al mismo tiempo que los costes se incrementan. En tiempos de incertidumbre, los inversores recurren a empresas más estables, del mismo modo que, por lo general, recurren a los mercados de renta fija o empresas de flujos estables para invertir en activos más seguros.
Lo que ha sucedido este último año es que las estimaciones de beneficios para la tecnología parecen demasiado altas dada la elevada inflación en Estados Unidos, la disminución de la confianza empresarial y el endurecimiento de las condiciones financieras.
Y es en ese punto que se ha abierto la veda para los despidos o la simple paralización en el ritmo de contrataciones. Netflix, Microsoft, Meta, Tesla, Twitter, Robinhood, Snap y demás ya han comunicado sus despidos masivos este año. Probablemente, el más significativo ha sido Twitter que ha anunciado el 50% de recorte de su plantilla con la llegada de Elon Musk, lo que supone 3.700 empleados con el objetivo de ahorrar 1.000 millones de dólares anuales en gastos de personal.
En el caso de Netflix, que comentamos recientemente la deriva de su negocio, ha ido despidiendo a varios periodistas que trabajaban para Tudum, el sitio complementario oficial de Netflix, que ayuda a encontrar y alimentar los programas de televisión y las películas y que retroalimenta la plataforma. La compañía despidió a 150 empleados adicionales a mediados de mayo y luego recortó otros 300 a finales de junio.
Desde Microsoft ya hace algunos meses que tienen como objetivo un profundo recorte estructural. La empresa ha ido estableciendo rondas de despidos. Y en la última, la tercera, liquidó el 1% de su plantilla de sus 180.000 empleados en oficinas y divisiones.
Meta ostentaba una capitalización de mercado de un billón de dólares y hoy es la cuarta parte. Las subidas de tipos de interés, la caída de las ventas, los controles de seguimiento de anuncios instituidos por Apple, una reducción en el gasto en publicidad digital, el desafío de TikTok a Instagram, propiedad de Facebook, y la inversión multimillonaria de Meta en el metaverso. Todo ello, ha provocado una convulsión en la cotización y que esté planteando los primeros despidos significativos en su historia (hoy cuenta con una plantilla de 87.000 trabajadores).
Desde Amazon, Beth Galetti, vicepresidenta sénior de experiencia de personas y tecnología en Amazon, ha comunicado que se va a frenar el ritmo de contrataciones: "Nos enfrentamos a un entorno macroeconómico inusual y queremos equilibrar nuestras contrataciones e inversiones teniendo en cuenta esta economía [...] Con menos personas para contratar en este momento, esto debería brindar a cada equipo la oportunidad de priorizar aún más lo que más importa para los clientes y el negocio, y ser más productivos".