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Un poco menos de ilusión y un poco más de precaución: tengamos la fiesta en paz… o sin política

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II Encuesta Funcas de Navidad (2023)

Las fiestas navideñas operan como una fuerza centrípeta
sobre las familias. Ahora bien, la intensidad de esa fuerza depende de
variables tales como el tamaño de los hogares y la estructura de las relaciones
familiares. Es en los hogares en los que conviven al menos tres personas donde
más arraiga el “espíritu navideño”, si entendemos que lo encarnan en mayor
medida quienes manifiestan una actitud más positiva e ilusionada ante estas
fiestas y las convierten en una ocasión para expresar sus sentimientos de
afecto y proximidad, entre otros medios, a través de los regalos.

Las diferencias en el sentimiento y la vivencia de la Navidad se ponen de manifiesto en la II Encuesta Funcas de Navidad (2023), realizada online entre el 11 y el 18 de diciembre a una muestra de 1.011 ciudadanos españoles entre 25 y 65 años (un colectivo que representa aproximadamente a 23,3 millones de personas).

Las mujeres y los hombres encuestados que conviven en hogares de tres o más personas afirman en una proporción cercana al 70% que les gusta celebrar la Navidad, superando en 10 puntos porcentuales (pp) a quienes residen en hogares de dos personas (60%), y en 23, a quienes viven solos (47%) (Gráfico 1a). Son también ellas y ellos los que en mayor proporción declaran que esta Navidad, la de 2023, les ilusiona “mucho” o “bastante” (57%, frente al 51% de quienes viven en hogares de dos personas, y al 39% de quienes viven solos) (gráfico 1b).

Atendiendo a la edad, en la celebración de las fiestas navideñas se implican más las personas que se encuentran en una fase intermedia del ciclo vital, en la que habitualmente mantienen relaciones estrechas con familiares en primer grado de consanguinidad pertenecientes a distintas generaciones: a la generación “de abajo”, formada por hijas/hijos (principalmente dedicados al estudio), y a la “de arriba”, que integran madres/padres (generalmente, todavía con buena salud). Esa fase puede entenderse, por tanto, como una etapa biográfica de “adultez joven”, caracterizada por la asunción de diversas responsabilidades familiares y una actividad intensa dedicada, además de al trabajo y al desarrollo profesional, a conseguir el buen funcionamiento de la familia más próxima. Alrededor de dos terceras partes de esos adultos jóvenes (35-44 años) viven en hogares de tres o más personas (68%), pero son todavía más (75%) los que declaran que les gusta la Navidad, una proporción que desciende significativamente a partir de esa edad (61% en el grupo de 45 a 54 años, y 52% en el de 55 a 65 años) (gráfico 1a). Llamativamente, en estos dos últimos grupos de edad se observan porcentajes más elevados de mujeres y hombres que confiesan que “ya no” les gusta celebrar la Navidad (33%). Esa respuesta “nostálgica” abunda menos en el grupo de personas de 35 a 44 años (19%), que también manifiesta en mayor proporción (mucha o bastante) ilusión ante las “próximas Navidades” (63%) (gráfico 1b).


No sorprende, por otra parte, que dos elementos tan centrales de las fiestas navideñas como su celebración en compañía y la entrega de regalos también estén relacionados con el tamaño del hogar en el que habitan las personas encuestadas y con la  edad de estas últimas. En torno a dos de cada diez personas en hogares unipersonales declaran bien que cenarán solas en Nochebuena (8%), bien que todavía desconocen con quién cenarán (10%), cifras similares a las que arrojan sus respuestas a la pregunta sobre con quién comerán el día de Navidad (11% en ambas respuestas) (gráficos 2a y 2b). En cambio, los porcentajes (sumados) correspondientes apenas superan el 3% entre las personas encuestadas que viven en hogares de dos o más personas. Por otra parte, quienes viven en hogares de al menos tres personas destacan por la frecuencia con la que van a hacer regalos en estas fechas (91%) y por el número más elevado de personas a las que piensan obsequiar con sus regalos (5,2 personas de media) (gráficos 3a y 3b). El grupo de edad con un porcentaje más alto de encuestadas y encuestados que van a hacer regalos y con una media más elevada de personas a las que van a regalar es el de 35 a 44 años. Especialmente las mujeres en este grupo de edad sobresalen en ambas variables: el 95% afirma que va a hacer regalos, con una media de 6,8 destinatarios (gráfico 4).


La II Encuesta Funcas Navidad (2023) muestra que la proporción de personas a las que les ilusionan (mucho o bastante) las próximas Navidades (54%) es claramente menor que la de quienes reconocen que, en general, les gusta celebrar las fiestas de Navidad (72%). Este es un hallazgo que también puso de manifiesto la I Encuesta Funcas de Navidad (2022), si bien en esta última sendos porcentajes (el de encuestadas y encuestados que mantuvieron que les gusta celebrar la Navidad y el de aquellos a los que les ilusionaban las inmediatas fiestas navideñas) fueron algo más elevados (gráfico 5).


Que haya gente a la que le gusta la Navidad, pero le ilusionan “poco” o “nada” las próximas fiestas puede deberse a varios factores. Cabe pensar que esta ilusión amortiguada obedezca a la inquietud ante la posibilidad de unas fiestas navideñas complicadas. Sobre uno de los potenciales motivos de esa inquietud da cuenta una pregunta incluida, con el mismo enunciado, en las Encuestas Funcas de Navidad de 2022 y 2023: “¿Considera conveniente evitar algún tema de conversación en esas comidas o cenas navideñas?” En 2023, el 51% de los encuestados contestan afirmativamente esta pregunta (superando en 6 puntos porcentuales la respuesta de quienes así contestaron en 2022), con una diferencia considerable entre hombres (47%) y mujeres (56%) (gráfico 6a). Los datos sugieren, por tanto, que entre 2022 y 2023 ha aumentado la conciencia de que en las reuniones familiares conviene eludir determinadas cuestiones para “tener la fiesta en paz”. Cuando se pide a los encuestados que especifiquen esas cuestiones, el 84% (de los que han respondido afirmativamente a la pregunta previa) señalan “la política” (porcentaje también superior al obtenido en 2022). Esa respuesta predomina, con mucha diferencia, sobre cualquier otra (gráfico 6b).


En resumen, los datos de la II Encuesta Funcas de Navidad (2023) indican que la población española entre 25 y 65 años que está ilusionada ante esta Navidad sigue superando a la que manifiesta su escasa o nula ilusión por estas fiestas, pero la distancia entre ambos grupos se ha acortado en el último año. Los que más ilusión han “perdido” son los dos grupos de edad en los extremos (25-34 años y 55-65 años), mientras que quienes cuentan entre 35 y 44 se mantienen como los adalides del “espíritu navideño”; una emoción por la Navidad que en la encuesta de este año aparece algo desvaída respecto a la Navidad de 2022. En todo caso, habrá que esperar a las Navidades de los próximos años para saber si estos indicios de un ligero amortiguamiento del “espíritu navideño” se convierten en una tendencia.

Ficha técnica de la II Encuesta Funcas de Navidad (2023)
• UNIVERSO: residentes en territorio nacional peninsular e insular con nacionalidad española (25-65 años)
• TAMAÑO MUESTRAL: 1.011 entrevistas.
• TÉCNICA DE ENTREVISTA: entrevista online a través de Emop (panel online de Imop).
• SELECCIÓN DE LA MUESTRA: selección aleatoria entre los panelistas de Emop que cumplan las características definidas para la investigación.
• TRABAJO DE CAMPO: del 11 al 18 de diciembre 2023.
• MARGEN DE ERROR DE MUESTREO: ±3,2 para p=q=50 % y un nivel de significación del 95 % para el conjunto de la muestra.
• MÉTODO DE PONDERACIÓN: los datos se ponderaron por las variables “sexo x edad” (2 x 4 grupos) y comunidad autónoma (7 grupos)
• INSTITUTO RESPONSABLE DEL TRABAJO DE CAMPO: IMOP Insights, S.A.

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Ni hablar de política

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Según el último Eurobarómetro
estándar (julio de 2023), más del 40% de españoles adultos reconocen que nunca
hablan con familiares o amigos sobre temas de política nacional. Este
comportamiento tan  extendido  puede deberse, bien a que a los interpelados
no les interesan esos temas,  bien a que
los eluden para evitar discusiones. En todo caso, el dato revela una debilidad del
debate público español y sugiere la existencia de una amplia desafección
política por indiferencia o por temor a discusiones.

De hecho, España es el país de la Unión Europea en el que la proporción de personas que no discuten nunca sobre temas políticos (43%) es mayor, seguido de Francia (35%), Irlanda (33%) y Portugal (32%). En el otro extremo se encuentran Alemania, Países Bajos y Suecia, donde los porcentajes de personas que hablan frecuentemente sobre política nacional con gente cercana superan a los de quienes nunca lo hacen. Por el contrario, en España las personas que nunca hablan de política con familiares y amigos casi triplican a las que lo hacen frecuentemente (gráfico 1).


En general, abstenerse de conversar sobre política es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. En España, aproximadamente una de cada dos mujeres adultas admite no hablar nunca con familiares o amigos sobre temas políticos, una proporción que duplica a la italiana y quintuplica a la alemana (gráfico 2). La educación formal también adquiere particular importancia en esta cuestión: cuanto menor es el nivel educativo, mayor es el porcentaje de personas que permanecen ajenas a las conversaciones sobre política. Seis de cada diez personas con menor nivel educativo reconocen no conversar acerca de asuntos políticos nacionales con personas cercanas. El patrón de desigualdad que evidencia este indicador es muy notable (gráfico 3). 


La estrecha relación entre educación y frecuencia de las conversaciones políticas haría esperar que la proporción de personas que no hablan sobre política  tendiera a disminuir a medida que aumenta el nivel educativo de la población. Sin embargo, los datos no respaldan esta expectativa. Los Eurobarómetros publicados desde  2010, además de mostrar que la proporción de personas que no hablan de política en España se ha mantenido invariablemente por encima de la media de la UE durante este periodo, indican desde 2020 una tendencia al alza (gráfico 4).

Esta entrada es un extracto del número de septiembre de 2023 de Focus on Spanish Society.

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