El cierre de oficinas bancarias está afectando a la España despoblada
A pesar de que la digitalización de la economía nos está llevando al uso de medios de pago electrónicos cada vez más frecuente, sigue siendo habitual el dinero efectivo debido a que estos cambios aún siguen siendo lentos en la población, específicamente en la gente de edad más avanzadas y cuando se trata de materializar pagos pequeños.
No obstante, existe una realidad y es que el número de puntos de obtención de efectivo es cada vez menor debido a la intensa reestructuración bancaria que ha vivido el sector en estos años desde la gran crisis que obligo a configurar un nuevo enfoque en la banca ajustada a tasas crediticias más modestas que en la tapa burbujística.
Si nos vamos a los datos, en el año 2008 los cajeros automáticos sumaban un total de 107.293 y en el año 2017 se habían reducido hasta 78.545. Por otra parte, en lo que se refiere a la evolución de sucursales bancarias, durante este periodo cerraron el 39%, hasta un total de 27.706 a mediados de 2017, una cifra que se asemeja al número de oficinas en el año 1981.
Debido a ello, muchos municipios pequeños se ven incapaces de acceder al efectivo, lo que tiene una consecuencia directa para el desarrollo económico y retroalimenta de fenómenos vistos en la última década, la despoblación del medio rural español.
Municipios sin oficinas: una realidad para más de 4.000 pueblos españoles
A finales de 2017, un total de 4.109 municipios españoles carecían de una sucursal bancaria frente a los 540 de 2008. Estos números tiene una traducción final y es que un total de 1.249.407 habitantes españoles o lo que es lo mismo un 2,7% de la población española carecen de este servicio en su municipio de residencia.
Por supuesto, estamos hablando de municipios pequeños. De estos, 194 tienen menos de 30 habitantes y 521 menos de 50 habitantes. Se trata pues de núcleos poblacionales de escaso tamaño y, desde el punto de vista de las entidades bancarias, establecer una oficina en esos municipios sería del todo inviable porque sería incapaz de aportar rentabilidad marginal a el global de la estructura bancaria.
El municipio sin oficina bancaria con mayor población dispone de 6.872 habitantes y tiene una oficina bancaria a 3 kilómetros. En un momento de ajustes y reducción de costes en la red bancaria y proceso de digitalización es una tendencia consolidada, vamos a entornos con menor presencia física de la red bancaria.
A pesar que existe un elevado número de municipios sin oficina, también es justo recalcar que la gran mayoría de la población española se concentra en municipios donde hay más de 5 oficinas bancarias. La distribución geográfica de comunidades autónomas con municipios sin oficina bancaria muestra que la zona con mayor número de municipios sin oficina bancaria es Castilla y León, 1.767, seguida de Castilla la Mancha, Cataluña y Aragón con 470, 467 y 413, respectivamente.
Si enfocamos el caso específico de Castilla y León hay que tener en cuenta que suman 2.248 municipios, una cuantía que representa algo más de la cuarta parte de todos los municipios españoles, aunque si tenemos en cuenta la población integrada únicamente representaría el 5% del total nacional.
Segun el INE, en Castilla y León existían a finales de 2017 2.248 municipios. Esta cifra es algo más de la cuarta parte de los municipios españoles, aunque su población apenas representa el 5% del total nacional, de forma que la media de población por municipio es la más baja del país.
La provincia de Salamanca es la que tiene un mayor número de municipios sin oficina bancaria de forma que afecta al 18% de su población. Las provincias más afectadas por la reducción de entidades en términos relativos a su población son las de Zamora y Ávila.
Paliar el problema
El desafío es importante. Por ello, y para compensar de alguna manera este problema, la banca ha ido desarrollando otro tipo de canales como pueden ser las oficinas móviles, conocidos popularmente como ofibuses, o bien agentes financieros que sin disponer de una oficina permanente atienden periódicamente a sus clientes.
Tal y como podemos ver en el siguiente gráfico, la opción de los ofibuses se sitúan mayoritariamente en Castilla y León, la zona con el mayor número de municipios sin oficina bancaria.
A finales del año 2016, el Banco de España realizó una encuesta entre las principales entidades bancarias españolas preguntando sobre la implantación de plan de estos servicios de proximidad para el acceso al efectivo a escala nacional.
Los resultados de encuesta fueron que existían un total de 690 agencias móviles y unos 966 municipios o pedanías que gracias esta solución tienen cubierto el servicio efectivo a través de agentes colaboradores, empleados propios desplazados o a través de los servicios de las compañías de transporte de fondos.
Las entidades de depósito ofrecen también servicios de efectivo eventuales (algunos podrían estar incluidos en las agencias bancarias declaradas) en 609 municipios o pedanías y cuentan con cajeros desplazados en 502 municipios o pedanías. La suma de todas estas facilidades minora el impacto en términos de acceso al efectivo que la reducción de oficinas bancarias y cajeros automáticos pueda tener en la población.
Otros entidades bancarias ponen a disposición un servicio de retirada de efectivo a través de los cajeros automáticos multiuso o con motivo de una compra lo que puede convertirse en una alternativa cómoda para el amplio público y también rentable para las entidades consiguiendo el objetivo final de poner el efectivo a disposición de los clientes.