Cáishén, el dios chino del dinero al que no le importa la inflación
En el año nuevo chino, existen muchas tradiciones relacionadas con el dinero. Una de ellas es la de dar dinero a los niños en sobres de color rojo, otra es recibir al Cáishén 财神, el dios de la prosperidad y el dinero chino.
A medida que China abre sus restricciones a los viajeros tras la crisis de la Covid19, es probable que el intercambio cultural se incremente y puede que esta deidad de la religión popular china, el taoísmo y el budismo se haga popular, al igual que se han vuelto figuras de origen extranjero como Papa Noel o Halloween. Especialmente porque creo que no hay nada equivalente en occidente que directamente atraiga dinero.
Como todo lo relacionado con la economía y el dinero nos interesa, vamos a hablar del Cáishén 财神, el dios o espíritu del dinero chino. También conocido en el budismo por su equivalente Jambhala.
Historia del dios de la riqueza
El origen del CaíShén 财神 está en varias entidades o leyendas diferentes en varias regiones de china. Eso tiene la ventaja que ninguna zona de china se puede atribuir la prosperidad. Varios de estos orígenes son:
Zhao Gongming 赵公明, un ermitaño que usaba la magia para apoyar a la disnastía Shang, que reinó en China entre 1766 y 1122 antes de Cristo. También Bǐ Gàn 比干, un burócrata de la misma dinastía nombrado por Confucio como un hombre virtuoso ejecutado por el sobrino de su esposa, que era rey. Al fallecer hizo caer la dinastía Shang dado paso a la Zhou. Otro de sus orígenes es el de Li Guizu, un magistrado rural que trajo tanta prosperidad a la provincia que fue declarado deidad y se construyó un templo tras su muerte para venerarlo.
Durante el Comunísmo se derribaron templos dedicados a este dios, ya que no encajaba con los ideales revolucionarios. No obstante, su culto permaneció en territorios con cultura china como Taiwan, Hong-Kong y Singapur, así como en las comunidades chinas en el extranjero (sudeste asiático, Norteamérica, etc. Con la apertura de la economía china en 1979, los chinos de China continental vieron como sus homólogos habían mantenido el culto y se habían desarrollado y vuelto ricos, mientras que ellos que habían abandonado al CaíShén eran pobres. No les costó sumar dos y dos.
Rituales del dios del dinero
Se suele representar como un personaje con largo bigote, majestuosamente vestido, sobre un tigre negro. Porta un yuanbao (un lingote de oro de estilo clásico) o una porra que transforma el hierro en oro. A veces se le representa con un árbol que al agitarse deja caer oro y plata, de lo que deducimos que la inflación le trae al pairo. Es fácil encontrarlo representado en humildes negocios regentados por chinos, en oficinas de grandes negocios o en santuarios en lugares sagrados.
Dependiendo de la creencia, en la noche entre el cuarto y quinto día del nuevo año chino o en la noche entre el último y primer día del año, el CaíShén desciende de los cielos donde ejerce como ministro de la riqueza. Sus seguidores ofrecerán sacrificios a este dios, normalmente en forma de incienso. Pero también con carne bovina y licor, ya que algunos dicen que es de la etnia Hui y por tanto no come cerdo. Al día siguiente volverá a los cielos dejando prosperidad a aquellos que lo siguen.
En cierto modo, vemos similitudes con Papá Noel, viene un día determinado, se le dejan sacrificios y reparte suerte y prosperidad (en vez de regalos a los niños). Uno diría que al dios del dinero chino no parece importarle mucho la inflación ni la teoría de los monetaristas de la escuela de Chicago.
De hecho, en año nuevo muchos chinos se felicitan entre ellos con la frase 恭喜发财 gōngxǐ fācái, que se puede traducir por “deseo que te enriquezcas”. Esto no es sólo una felicitación, sino también una oración. Un deseo al CaíShén.
Pregunta a los lectores ¿alguna otra deidad del dinero que conozcan?