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¿Es posible una web 3.0 o Internet de pago?

En este post te hablamos sobre la web 3.0, sus características y por qué es posible que el usuario deba sufragar su coste.

  • La web 3.0 es abierta porque está hecha con software de código abierto y se esfuerza por reducir la dependencia de empresas grandes.
  • Se trata de una web que está disponible para todos desde cualquier lugar y dispositivo.

¡TUITÉALO! ¿Se acerca el Internet de pago? Descubre la web 3.0.

Una Internet abierta en la que cada usuario sea dueño de sus datos. Esto es, en esencia, la web 3.0. Una web que evoluciona y es más plural, accesible y participativa. Y en la que planea la sombra de si será posible una Internet de pago. Al parecer, aunque el ciudadano no lo quiera, en esta nueva realidad de Internet cada uno tendrá que asumir los gastos de mantenimiento de herramientas de ciberseguridad o el costo de mantener los servidores.

¿Qué es la web 3.0?

La web 3, o web 3.0, es un término que se ha vuelto muy común en los últimos años. Se refiere a la próxima generación de Internet, que fomenta los protocolos descentralizados y se esfuerza por reducir la dependencia de empresas digitales gigantes como Youtube, Netflix y Amazon.

Pero, ¿qué es exactamente y cómo está cambiando la forma de interactuar el usuario con Internet y nuestras aplicaciones?

La llamada tercera generación de Internet está más cerca de lo que se cree.

La web 3.0 promete:

  • Descentralizar la regulación de los contenidos.
  • Permitir nuevos procesos de IA.
  • Dar la bienvenida al metaverso.
  • Aceptar las monedas digitales como principal método de pago.

La web 3.0 es una de las tecnologías más recientes de Internet, que combina el aprendizaje automático, la inteligencia artificial y el blockchain para permitir la comunicación humana en tiempo real. La web 3.0 permitirá a los usuarios no sólo poseer y controlar sus datos. Sino también obtener un reembolso por su tiempo online.

Características de la web 3.0

  • Es «abierta» en el sentido de que está hecha con software de código abierto desarrollado por una comunidad abierta y disponible de desarrolladores y realizada a la vista del público.
  • La red ofrece libertad a los usuarios para interactuar en público y en privado, sin que un intermediario les exponga a riesgos.
  • Sin permisos. Cualquiera, incluidos los usuarios y los proveedores, puede participar sin necesidad de permiso de una organización de control.
  • Ubicua. La Web 3.0 hará que Internet esté disponible para todos, en cualquier momento y desde cualquier lugar. En algún momento, los dispositivos conectados a Internet dejarán de estar limitados a los ordenadores y los teléfonos inteligentes. Como ocurre en la web 2.0.

Innovación tecnológica al servicio de Internet

Mientras que la web 2.0 fue impulsada principalmente por la introducción de las tecnologías móviles, sociales y de la nube, la web 3.0 está impulsada por novedades tecnológicas.

La web 3.0 ha dado una mayor importancia a los centros de datos. Estos se complementan con un conjunto de recursos informáticos avanzados distribuidos entre teléfonos, portátiles, electrodomésticos, sensores y coches, que producirán y consumirán 160 veces más datos en 2025 que los que consumían en 2010.

A esto hay que añadirle que las redes de datos descentralizadas permiten a los distintos generadores de datos vender o intercambiar sus datos sin perder la propiedad, arriesgar la privacidad o depender de intermediarios. Como resultado, las redes de datos descentralizadas tendrán una larga lista de proveedores de datos en la creciente «economía de los datos».

La idea detrás de la web 3.0 es hacer que las búsquedas en Internet sean mucho más rápidas, fáciles y eficientes para procesar incluso frases de búsqueda complejas en poco tiempo.

Gracias al IoT (Internet de las cosas), la tecnología permitirá el desarrollo de multitud de nuevos tipos de aparatos inteligentes.

Bases de datos centralizadas

En una aplicación web 2.0, un usuario tiene que interactuar con su frontend, que se comunica con su backend, que a su vez se comunica con su base de datos. Todo el código se aloja en servidores centralizados, que se envían a los usuarios a través de un navegador de Internet.

La web 3.0 no tiene bases de datos centralizadas que almacenen el estado de la aplicación ni un servidor web centralizado donde resida la lógica del backend. En su lugar, existe una cadena de bloques para construir aplicaciones en una máquina de estado descentralizada y mantenida por nodos anónimos en la web.

En la web 3.0 existe una cadena de bloques donde se construyen aplicaciones descentralizadas.

En definitiva, la arquitectura de la web 3.0 será mucho más compleja, donde el usuario tendrá el control. La sociedad se dirige hacia una Internet en la que las personas tendrán un control total sobre sus datos y su privacidad, y permitirán a las empresas utilizar sus datos (o no). Todo esto será impulsado por blockchain.

Por tanto, la web 3.0 acelerará el uso honesto y transparente de los datos de los usuarios. Desde los resultados de búsqueda personalizados hasta las herramientas de desarrollo multiplataforma y el uso de gráficos en 3D. La web se volverá más inmersiva e interactiva. Y el usuario, como tal, deberá sufragar los costes de esta infraestructura. Algo, que algunos expertos ya advierten se hará con criptomonedas. El futuro de Internet ha venido para quedarse.

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